¿Y quién se queda con el Consejo Electoral?

Pasados los pulsos por la conformación de sus mesas directivas y comisiones, una nueva puja se asoma en el horizonte del Congreso: la elección de los nueve magistrados del Consejo Nacional Electoral (CNE), el tribunal de todo lo de elecciones que termina su periodo de cuatro años el próximo 30 de agosto. Para esa carrera ya tienen competidores tres pesos pesados del mundo político: el Procurador, el Registrador y el exministro Fabio Valencia Cossio.

Las definiciones estarán para alquilar balcón porque en esta ocasión, debido a su número de congresistas, el uribista y opositor partido del Centro Democrático tendrá derecho a tener delegado a un magistrado y esa silla la perderá precisamente La U, el partido mayoritario del Gobierno. Además, eso sucederá justo cuando estemos ad portas de definir si el proceso de paz llega a buen término, y no hay que olvidar que por la lupa del CNE pasará la refrendación popular a los acuerdos que se firmen en La Habana.

El nuevo CNE podrá participar también en la reforma de equilibrio de poderes que presentará el Gobierno al Congreso y ejercerá su autoridad electoral en los comicios regionales del año entrante, en los que por primera vez el uribismo se medirá con el santismo a nivel local.

Por eso será clave el equilibrio de fuerzas en el tribunal, en el que hasta ahora había tenido mayorías tranquilamente la Unidad Nacional del presidente Juan Manuel Santos, que contaba con todos los magistrados. Como los magistrados de este Consejo son delegados de los partidos, esa mayoría era tan política y tan clara como la que había en el Congreso.

Esta vez, además de la llegada de un magistrado del uribismo, al CNE entrará probablemente uno en representación del Polo Democrático y de la Alianza Verde, lo que podría variar aún más los pesos dentro del organismo.

Aunque los tres partidos que hoy están oficialmente en la Unidad Nacional (La U, los liberales y Cambio Radical) sumarán cinco magistrados, en el organismo la mayoría para tomar decisiones es de seis magistrados.

El número de asientos de un partido en el CNE depende de su número de congresistas y las cuentas no le alcanzan de manera individual al Polo y los Verdes, y ni siquiera si se unen en alianza.

Pero como una de las sillas ahí debe ser para las minorías, La Silla supo que en campaña Santos se comprometió a impulsar que ésta quedara en manos de esas dos colectividades. Así se lo confirmó a La Silla el senador de La U Roy Barreras.

Barreras, quien además fue el coordinador de los compromisarios de los partidos que se reunieron para organizar la conformación de las comisiones del Congreso, agregó que el compromiso quedó incluido en esos acuerdos interpartidistas.

La llegada del Polo y los Verdes en alianza al Consejo Nacional Electoral significa que el viejo PIN (ahora rebautizado como Opción Ciudadana) perderá el asiento que tenía como minoría en cabeza del magistrado José Joaquín Plata, y que en 2010 le quitó al Polo en una votación cuestionada.

Un congresista santista le dijo off the récord a La Silla que, sin embargo, hay que esperar porque es probable que al final el Gobierno no cumpla esa promesa al Polo y a los Verdes: “¿Usted cree que el Gobierno se va a desprender de un puesto en el Consejo Nacional Electoral en estos momentos? Esos espacios políticos no se regalan. Si sacan al del PIN seguramente será para meter a un magistrado de La U”.

Habrá que ver qué pasa en los próximos días en los que los partidos tendrán que escoger entre sus respectivos aspirantes a los postulados por los que votará el Congreso en máximo un mes.

La pugna más mediática la protagonizan por ahora el registrador Carlos Ariel Sánchez, el procurador Alejandro Ordóñez y el exministro uribista Fabio Valencia Cossio.

Tres fuertes tigres

Un jefe de la coalición santista, cuatro congresistas y otra fuente que conoce bien el CNE, todos por aparte, le dijeron a La Silla que dos aspirantes a magistrados que se han estado moviendo entre los legisladores para conseguir votos son Alfonso Portela y Carlos Camargo Assís. Ambos son contendores de los afectos del registrador Carlos Ariel Sánchez.

Camargo se está moviendo para ser postulado por el Partido Conservador y es, por ahora, el candidato más fuerte en esa colectividad junto al excongresista Iván Clavijo, al gerente del fondo financiero del Partido Conservador, Víctor Torres; y a la actual magistrada del CNE que quiere repetir Nora Tapia.

“Él (Camargo) se está moviendo entre los congresistas nuevos y ahí ha tenido gran acogida… todos sabemos que es uno de los candidatos del Registrador”, le detalló a La Silla un senador del santismo.

Camargo Assís es el secretario general de la Registraduría Nacional, cargo en el que lleva unos seis años y medio. Es cercano al Registrador desde antes de que éste llegara a ese puesto, pues trabajó en su oficina de abogados.

Su suegra es la senadora conservadora de Córdoba Nora García Burgos y una fuente que conoce bien por dentro la Registraduría le contó a La Silla que “todas las elecciones lo bajan de puesto a director de identificación (un cargo en el que no tiene funciones electorales) para que no protesten los contradictores de la senadora García”.

Además de la cercanía obvia con su pariente, el funcionario es cercano a los barones godos Efraín ‘Fincho’ Cepeda y Hernán Andrade.

Por su parte Alfonso Portela es el registrador delegado para lo electoral y se está moviendo para ser candidato del Partido Liberal, el partido del Registrador, según contó una fuente de esa colectividad. Es tan cercano a Sánchez que constituyó junto a él y al exmagistrado Henry Villarraga (protagonista de un lío el año pasado, luego de que se conocieran unas conversaciones suyas con un ex coronel procesado por falsos positivos) una firma de consultoría en temas electorales que ya se deshizo.

El problema que desde ya le ven a Portela en el liberalismo es su pasado uribista. Este funcionario fue uno de los principales asesores de la primera campaña presidencial de Álvaro Uribe y en retribución por esa labor, según contó El Espectador, le dieron la notaría cuarta en Ibagué.

Por eso algunos creen que si entra al CNE podría terminar del lado de cualquier iniciativa a favor del uribismo. Bajo esas circunstancias podría tomar impulso el nombre del excongresista Héctor Helí Rojas, quien según una de las fuentes consultadas ha estado sonando.

Tanto los rojos como los azules tienen los votos para poner dos sillas en el Consejo Nacional Electoral.

Con menos fuerza que sus competidores directos, ahí en las toldas de los godos también suena la aspiración de la abogada Ángela Hernández, una candidata de la que pocos conocen datos pero sobre la que dos congresistas se refirieron como “una candidata apoyada por el Procurador”.

“A ella la quisieron mover para candidatizarla por el Centro Democrático pero no se concretó, ahora el Procurador la mueve dentro del conservatismo. Aunque no lo ha dicho abiertamente, sí ha dado señales de que ella es su preferida”, le dijo a La Silla un congresista conservador sin dar más detalles.

Precisamente ahí, en el Centro Democrático, está el tercer peso pesado de la política queriendo impulsar aspirante a magistrado de la autoridad nacional electoral.

Se trata del exministro y jefe uribista Fabio Valencia Cossio, quien apoya la candidatura de Viviana Manrique, quien fue su viceministra del Interior y ha estado trabajando con el expresidente Uribe como secretaria general en el Centro Democrático.

“No es que sea mi candidata, aunque obviamente es la más cercana a mí”, le dijo Valencia Cossio a La Silla. Mientras otra fuente de esa colectividad que pidió hablar con reserva de su nombre aseguró que a Manrique la impulsa el exministro y que eso ha causado una división en el partido porque hay otro sector que prefiere a Felipe García, un abogado muy cercano a la dirección del Centro Democrático que incluso ha manejado ahí todos los temas jurídicos.

Consultado al respecto, el senador uribista José Obdulio Gaviria dijo: “Esa (la de Manrique) es una campaña muy personalista, el partido quiere algo profesional y que haya garantía de eficacia. Por eso en ese sentido veo con más simpatía la candidatura de Felipe García”.

Como el Centro Democrático tiene otros aspirantes en este pulso, el lunes toda la bancada se reunirá para escucharlos y votar para elegir uno.

En el Partido de La U, que pasa de tener tres a contar con dos magistrados en el CNE, suena con fuerza el nombre de Carlos Coronell, el jefe jurídico de la colectividad. También algunos congresistas mencionan al exmagistrado Ciro Muñoz Oñate, pero otros lo descartan porque alguna vez fue magistrado del Consejo Nacional Electoral con el apoyo del cuestionado y desparecido partido Alas.

El último cupo en el tribunal de lo electoral es de Cambio Radical, que pondría a repetir a su actual magistrada la guajira Yolima Carrillo, aunque el jefe de ese partido Carlos Fernando Galán va a volver a revisar su hoja de vida. Carrillo entró en reemplazo de Carlos Ardila Ballesteros, quien quiere ser contralor.

Las cartas se están destapando así y habrá que ver cómo las juegan en las próximas semanas los tres tigres políticos en competencia y los partidos que van por un tribunal que parece será clave en los próximos cuatro años.

Nota: Originalmente, en esta historia La Silla referenció una nota de la revista Semana que asegura que la magistrada de Cambio Radical Yolima Carrillo es cercana al clan del cuestionado exgobernador guajiro Kiko Gómez. Después de que publicamos se comunicó con nosotros la magistrada Carrillo para explicar que no tiene nada que ver con el clan de Gómez y que de hecho algunos de sus parientes son presuntas víctimas del exgobernador, contradiciendo así la historia de Semana que referenciamos. La Silla confirmó que la versión de la magistrada es cierta y no la de la revista que habíamos citado, por eso incluimos esta nota.

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