COLOMBIA: ¿QUÉ SABES HACER?

Como anillo al dedo cayeron las declaraciones del director del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, Ricardo Hausmann, en el sentido que Colombia carece de conocimiento y que además sabe hacer muy pocas cosas.

Sus declaraciones son muy pertinentes, no porque sea una gran conclusión de algo que ya sabíamos, sino porque en el país estamos acostumbrados a creer más en la palabra de los otros que en la de los propios. Apuesto a ojo cerrado que le hemos creído, sin asomo de la duda.

El profesor simplemente ha expresado lo que los científicos colombianos le han venido reclamando a políticos y ministros: ¡usen la información¡ Hausmann quiere hacer lo que teníamos que hacer hace muchos años: tomar los datos y transformarlos en indicadores y variables útiles para la sociedad.

Pero el problema no radica en la ausencia de información. Tampoco en la carencia del conocimiento ni mucho menos en el uso ineficiente de sus datos, sino en la valoración de dicha información para el diseño de las políticas públicas.

A los colombianos no nos gusta que nos cambien las mentiras verdaderas. Vivimos en la era del individualismo informativo, no en la colectividad de los datos. Mientras Estados Unidos y China, y el resto del mundo, se ponen de acuerdo para fijar las metas de reducción de emisiones en exceso de los gases efecto invernadero causantes del calentamiento global, acá en Colombia preferimos desconocer dicha responsabilidad. Esta actitud nos hace más felices.

Mucha información generada por los institutos de investigación no es usada sencillamente porque es inconveniente: la deforestación ha hecho que cada año llueva menos en la región Andina y Caribe. Anualmente en el país 140 mil hectáreas de bosque natural son eliminadas. La desertificación o destrucción de suelos y tierras crece en más del 30 % del territorio nacional. Los caudales de los ríos se reducen al 40%, y los seis nevados que nos quedan se derriten a una tasa del 3% cada año. El país los perderá definitivamente en el 2045. Así mismo, el nivel del mar en el Pacífico y Atlántico aumenta en promedio 3 mm cada año. ¿Quién usa esta información guardada en los anaqueles de la competitividad?

Gracias al auge del petróleo y a la agresiva explotación de sus recursos energéticos Colombia vive su mejor momento, hasta el punto que ha olvidado sus recursos renovables, y el conocimiento de su potencial para ser aprovechados de manera sostenible. Los expertos dicen que el país ha crecido más rápido que el resto del mundo solamente hasta cuando duren las reservas de corto aliento.

En contraposición, Robert Boyer, investigador francés y especialista en economía, afirma que el futuro de los países está marcado por una crisis ambiental. Hace dos semanas, el famoso economista afirmó que va a haber un gran fracaso ambiental que perjudicará la economía de los países.

Para él, a los gobiernos no les interesa el medio ambiente, lo contrario, quieren el dinero que les permita crecer rápidamente. Solo los países ricos defienden el medio ambiente por la simple razón que no tienen necesidades de países como Colombia.

¿De qué nos sirve entonces un Atlas de Competitividad hecho desde Harvard, si Colombia va a conseguir en un futuro la calidad de vida de los europeos a costa de la destrucción del medio ambiente? La economía crecerá en países como el nuestro, pero sus municipios y habitantes seguirán sin agua. ¿Colombia: qué sabes hacer?.

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