DEVELANDO LAS CONTRADICCIONES DEL CEREBRO DEL VENTILADOR O EL CRIMEN CONTRA LA INTELIGENCIA

En esta ocasión la campaña desaliñada contra el uribismo recurre a la imagen continua de una grabación en video para neutralizar el argumento del montaje pasado presentado por Semana, pero no puede controlar las contradicciones naturales del discurso que no se basa en la verdad. Por eso el siguiente análisis de texto.

No sé si el ‘cerebro’ del ‘Ventilador del Hacker’ sea Semana, el Gobierno o la Fiscalía, pero sí nos revela una peculiar neurología de las sinapsis imposibles que quieren sembrarse en la inteligencia de la opinión pública. No soy neurólogo, sino analista de textos, los que revelan la ‘estructura’ de la inteligencia del usuario.

En su edición 1686 dice Semana que Andrés Sepúlveda revela explosivos secretos. Más bien el entrevistador trata de guiar a Sepúlveda para que revele lo que no tiene; por ejemplo si tiene ‘información privilegiada.’ Entonces los supuestos ‘espías’ del CD empiezan dizque a evaluar al informante: su conocimiento (¿de qué y cómo), ciertas cosas (¿Cuáles?) y finalmente dizque Luis Alfonso Hoyos le plantea ‘obtener información de inteligencia de la Fuerza Pública’. ¡No, no, no! Se necesitaba la información del Servicio Secreto Cubano, que es el que tiene las riendas. Nuestra Fuerza Pública está en la inopia sobre el proceso.

Y aquí viene la MALICIA del entrevistador de Semana para inducir que de pronto LAH es del CSI. Le pregunta al hacker: “Y le dice utilice X o Y método?” El hacker dice que ni de vainas, que él tiene ‘experiencia en seguridad informática’. Supuestamente el CD quería información del proceso y quería saber si el hacker tenía la capacidad de obtenerla. ¿Se somete uno al riesgo de un carcelazo sin conocer la pericia e idoneidad de alguien? No sabemos si se trataba de penetrar el blindaje de los diálogos mediante la escucha de celulares ‘seguros’ suministrados por los cubanos; de ‘entrar’ a computadores cuando las Farc aprendieron desde hace años que el correo ‘seguro’ es el de viva voz y frente a frente con los estafetas. ¿Cuántos entran y salen de La Habana? ¿No será que sus comunicaciones están protegidas por el aparataje del Servicio Secreto Cubano y sus comunicaciones se hacen desde centros seguros? Los únicos que posiblemente podrían penetrar ese sistema, serían los gringos. ¿Se arriesgarían a un conflicto diplomático por escuchas ilegales en Cuba? ¿Discutirán los farianos sus secretos desde un pinche celular o tendrán satelitales encriptados, con desfiguración de voz, señales que rebotan por todo el planeta? Dice el hacker que Uribe tiene fuentes de acceso; desde luego: es el montón de trinos  que le mandan de todo el país los ciudadanos que se quejan del mal gobierno.

Y ahora viene la súper muestra del periodismo bandido, falto de ética. El entrevistador trata de asociar al hacker con el CD y entonces despliega el título “El equipo negociador por parte del gobierno estuvo plenamente infiltrado.” Pero el entrevistado se defiende: “desde mi parte yo solo me especialicé en Farc. Pero yo sí tuve pleno conocimiento de que el equipo negociador por parte del gobierno estaba infiltrado.”

Pero no dice quién lo infiltró. ¿Qué le dirá al juez? Pues semejante patraña la publica Semana, pero no la acepta un juez. Entonces suelta que fue Andrómeda, altos mandos militares, sin especificar. Santos dice que esto es muy grave. ¡Claro que lo es! Que es una empresa criminal, sí señor; PERO CONFORMADA POR SUS SUBALTERNOS. Y lo peor del cuento es que, si es una ‘empresa,’ entonces hay estructura, mando, relaciones, y el gobierno lo confirma:

"La creación de la fachada fue legal (…) su funcionamiento estaba soportado en órdenes de operaciones emitidas por el Comandante del Batallón de Inteligencia Técnica No 3.", dijo el general Maldonado al entregar detalles de la investigación interna que adelantó, cuyas conclusiones fueron entregadas al presidente Juan Manuel Santos y al ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.

Entiendo entonces que el espionaje de los representantes del gobierno se hizo desde una operación legal, O EMPRESA CRIMINAL COMO LA LLAMA EL PRESIDENTE. ¿Cuál es el problema? ¿Sabía Santos o fue a sus espaldas?

Dice el hacker que la Procuraduría decía que dijera  que la Fiscalía lo estaba presionando para que declarara en contra de Uribe y Zuluaga, dándonos a entender que esa presión no existe. Pero lo está haciendo bajo una presión legal disfrazada de señuelo llamada ‘principio de oportunidad. ’ Ese principio es el que ha dado origen al carrusel de testigos falsos denunciado por la misma Fiscalía.

Dice el hacker que no conocía a Andrómeda, pero se codeaba con sus  miembros tratando de sacarles información, ¿antes o después del allanamiento? Hay contradicciones de tiempo. A la pregunta del papel de la DIN en el episodio del hackeo dice que la Dirección Nacional de Inteligencia estaba feliz de recibir información de los acuerdos que se firmaban; si son los textos gaseosos que hemos conocido, valía la pena tanto riesgo de espionaje o contraespionaje? Es decir, ¿una estructura fundamental del Estado no tenía información sensible sobre el proceso de La Habana? ¿Entonces quién carajos responde por la seguridad de ese proceso? ¿Era Andrómeda una operación de contrainteligencia?¿Investigará la Fiscalía ese parrafito de la entrevista? ¿Será esa la empresa criminal a la que se refiere Santos?

Según el hacker en información ofrecida por Wilson Torres tuvo acceso al código de ‘dejación de armas’. Según él, la DNI era su ‘co-ayudante’. ¿Qué dirán los altos mandos que la dirigen? Entendemos que apenas los ‘expertos’ militares van a hablar sobre el tema para evitar las triquiñuelas de las Farc. Las Farc han dicho que no las entregarán porque son su garantía. ¿Qué clase de código es, el de las triquiñuelas?

Según el hacker se pretende acabar con el proceso de paz afectando a la Fuerza Pública al ponerla contra el proceso. Su falacia consiste en poner como causa lo que son consecuencias. Si se examinan los medios de comunicación la Fuerza Pública viene afectada por la guerra jurídica, las promesas incumplidas, los ataques aleves, los descabezamientos de la cúpula, etc. acciones llevadas a cabo por las Farc y el presidente. La fuerza pública no está afectada por una perspectiva de paz, sino porque su importancia institucional se ha visto menoscabada.

El hacker dice que tiene pruebas de todo lo que dice, que  trabajó por una buena causa, etc. Con las pruebas no se amenaza, se presentan. Lo que él puede considerar una ‘prueba’ en su conveniencia imaginativa, tiene que tener una coherencia de contexto, una demostración de intención de dolo, para que dicha ‘información’ sea una prueba en un proceso penal. La cuestión se devela cuando el entrevistador le pregunta concretamente qué información entregó y contesta con un “Ufff, no tengo en la cabeza la cantidad de información.” Entonces el ‘Ufff’ suena como ‘bluff.’

La supuesta campaña de ataque contra Petro, Cepeda, los Gaviria y los Galán da risa. Porque esos señores, en público, han venido provocando controversia con sus comentarios y se les ha contestado en franca lid. Las redes funcionan, desde hace tiempos, como la terapia en donde se desahoga el descontento por miles de temas. Es un fenómeno mundial y nuestros políticos sí que dan pie para decepcionar al más paciente.

Con  este juego de espías se pretenden estructurar varios delitos consignados en el Código Penal. Sin embargo, los artículos 455 y 457 disponen que quienes ejecuten actos que afecten la naturaleza soberana del Estado colombiano podrían considerarse  un acto de traición.

Desafortunadamente esto será siempre considerado como tal, si se ejecuta desde niveles subalternos, contra los niveles superiores, niveles horizontales y niveles inferiores. Si el acto de traición se ejecuta desde el nivel más alto de un estado hacia abajo muy pocas veces o nunca se le considerará como tal. Los traidores siempre son subalternos. ¿Pero calificar el Presidente de ‘empresa criminal’ lo narrado por el hacker, cuando están involucradas en esa narración instituciones estatales como la DNI, el ejército, la Fiscalía con su supuesta infiltración a la campaña de Zuluaga con  los hacker Bajaña y Reveiz, ecuatoriano y español, no afectan la naturaleza soberana del Estado?

Por otra parte, haciendo eco a la desestabilización de Semana, el Tiempo, en su editorial “Demasiadas preguntas” (08.26.14) desvía las aseveraciones del hacker hacia un cuestionamiento que deberían hacerle los siete millones que votaron por Zuluaga a su candidato. Se ve entonces cuál es la intención del montaje: destruir el uribismo.

Si el Hacker involucró a la DNI, el ejército, la Fiscalía, he aquí La Verdadera Amenaza de la Empresa Criminal cuya operación no se discierne porque el efecto de ‘revelación de explosivos secretos’ dirigida contra el uribismo, le bloquea el análisis crítico a muchos. Ese es el verdadero crimen contra la inteligencia que no se descubre sino hasta cuando es muy tarde.

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