Realidad energética, no cuentos infantiles

No les voy a negar que yo también fue víctima del nacionalismo temprano. Muy temprano, en la niñez.

A nosotros nos enseñaron en la primaria que había un héroe, quizá no fornido como Capitán América, pero más eficaz, valiente y nuestro: el general Lázaro Cárdenas. A pesar de que Superman tenía el respaldo del ejército de EU, el general Cárdenas había sido capaz de plantarles cara a los poderosos gringos.

Con todo y el Salón de la Justicia entero, habían sucumbido ante la audacia y mano firme de nuestro general. Sólo él había conseguido expulsarlos de nuestro territorio y devolverle al pueblo de México su fuente original de riqueza, esa que la misma madre Tierra había destinado para nosotros: el bendito petróleo.

Así pues, en aquellos interminables juegos de mi infancia, yo pedía siempre ser México, y de ser posible, el mismísimo general.

Así la cosa.

Aperitivo: ¿era necesaria una Reforma Energética?

Dicen que la realidad muerde. Y si, las mordidas duelen. Fue mucho tiempo después cuando di cuenta que aquella hazaña del Tata Lázaro, que había sido deseable en su momento, hoy ya no era necesaria. Hace tiempo que Pemex no entregaba buenas cuentas.

Los yacimientos de petróleo se agotaban. Las decisiones que en el pasado siguieron criterios estrictamente políticos, hoy cobran factura en el ámbito económico.

Nuestro modelo energético  había pasado de ser “palanca de desarrollo” a “ tabla salvavidas” de nuestro país. Nos acostumbramos, por un lado a recibir nuestra renta petrolera y con ello cubrir 40% de las finanzas públicas. En otras palabras, depender de nuestro activo, sí. No nos acostumbramos a hacerlo crecer, a adaptarlo a la realidad.

¿Cómo? Pues mediante la creación de condiciones adecuadas que le permitieran invertirse a sí mismo, desarrollar las tecnologías necesarias para adaptarse a las condiciones modernas, etcétera.

No lo hicimos.

Con el paso del tiempo, se anquilosó y dejó de crecer. Después, decreció. Hasta 2004 entregó 3.4 millones de barriles diarios. Hoy sólo 2.5 millones y descendiendo.

Después se convirtió en botín político, víctima de corrupción, del robo vil y descarado, de toda suerte de abusos. Un nido de ratas de dos patas. Simplemente no teníamos el marco jurídico para dar soluciones a las problemáticas de Pemex. No alcanzaba la normatividad para frenar su caída de producción, sus limitaciones de exploración, de extracción. Para hacerla más eficiente, combatiendo al mismo tiempo la opacidad y la corrupción.

Desde hace muchos años, se sabía de esta precaria situación en el sector energético. Varias administraciones intentaron reformar las leyes para crear esas condiciones. Ahora sí se pudo.Esta semana el Congreso aprobó leyes reglamentarias de una histórica reforma que permitirá inversiones de capital privado en la exploración y explotación de los recursos energéticos del país. Así, la realidad nos alcanzó. No los cuentos infantiles.

Piatto forte: la Reforma Energética

¿Por qué ahora sí se pudo y antes no, a pesar de los esfuerzos de presidentes anteriores que entendían la problemática?

En primer lugar, creo que ya había un estado de emergencia. Si no se hubiese llevado a cabo la Reforma Energética, podría haberse puesto en riesgo nuestra autosuficiencia energética.

Sí, así de grave. Paradójicamente en un país petrolero.

¿Qué se aprobó? Fundamentalmente la posibilidad de inyectar capital privado, léase oxígeno, nacional o extranjero, mediante licencias, contratos de utilidad o de producción compartida, a la producción petrolera.

Al mismo tiempo, la ley ahora permite compartir los riesgos de la producción y exploración que Pemex se comía solito.

¿Y la propiedad de los hidrocarburos? La Constitución establece que la propiedad exclusiva sobre los hidrocarburos en el subsuelo es propiedad de la nación.

Sólo que ahora Pemex y CFE tendrán que… competir.

Ahí vienen las dudas ¿podrá Pemex competir en el exterior con semejante carga fiscal, por un lado, y un sindicato depredador por el otro?

Realidades energéticas, no cuentos infantiles.

Dolce: futuro energético

Ok ya está aprobada la Reforma Energética ¿y ahora qué? ¿Cuáles son ahora los retos que enfrenta México?

Los empleos prometidos no se encuentran en Pemex o CFE, en donde, al contrario, les sobra personal. Los empleos se crearán en la medida que se atraiga inversión. Las proyecciones sobre ello que tienen las instituciones financieras no son malas: van de diez a 15 mil millones de dólares al año, a partir de 2016. ¿Bajarán las tarifas de combustibles? Los expertos no lo ven a corto plazo. Sólo será posible en la medida que aumente la competencia.

Y esto, así como el resto de los resultados, sólo será posible si las autoridades gestionan con transparencia, con honradez, con eficacia y con prudencia la potencialidad de nuestros recursos, al tiempo que derraman equilibrada y juiciosamente las utilidades. Sólo así.

El balón, ahora está en su cancha. Sin cuentos.

Café doble, cortado.

Twitter: @CiroDi

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