¡Es su naturaleza!

Es muy conocida la “fábula del Sapo y el Escorpión”, que en pocas palabras reza así:

Se encontraron en la orilla de un río muy crecido, un Sapo y un Escorpión que tenían la necesidad de cruzarlo para alcanzar la otra orilla. Le propuso entonces, el Escorpión al Sapo que lo ayudara llevándolo a horcajadas. El Sapo conociendo los antecedentes del escorpión se negó en un principio porque temía por su vida. El Escorpión hizo formalmente el compromiso que durante su travesía no atacaría al Sapo. Esto convenido, emprendieron el cruce. Cuando iban en la mitad el Escorpión atacó al Sapo y este viendo que los dos morirían le preguntó: ¿Por qué lo hizo? ¿Porqué incumplió el compromiso? Y el Escorpión respondió: ¡Porque “Es mi naturaleza”!

Resulta que el comportamiento de muchos seres corresponde a esta filosofía de vida. Muchos esgrimen está disculpa. Es ni más ni menos la disculpa del “Es que yo soy así”, del dipsómano consuetudinario y el marido promesero, y la imaginación popular se refiere a esta actitud con el dicho: “Vaca ladrona no olvida portillo”.

En la dirigencia colombiana abundan este tipo de comportamientos, y por lo tanto la comunidad no debía mostrarse extrañada.

En la política, por ejemplo, abundan los mentirosos consuetudinarios y los incumplidos por antonomasia.

En materia de incumplimiento, “como nunca antes”, de compromisos contraídos, hay que destacar las actuaciones del primer mandatario. Veamos: Incumplió flagrantemente los compromisos contraídos con su antecesor, quien, entre otras, cosas confiando en el, contribuyo a su elección. Le ha incumplido a la Nación con la pérdida de soberanía en los mares, soberanía que juró defender. Le incumplió también al Ejército Nacional del que puede afirmarse que es un “ejército traicionado”. Le incumplió al iracundo expresidente Gaviria, le incumplió a las víctimas de las inundaciones, le incumplió a los habitantes de Gramalote, le incumplió a los habitantes de la Guajira al suspender el proyecto del río Rancherías, le incumplió al pueblo colombiano cuando prometió  que no habría nuevos impuestos, y así por el estilo. Pero no hay lugar para ninguna extrañeza porque esa “Es su naturaleza”.

Cuando algunos gobiernos pretenden ser cada día más y más hegemónicos y absolutistas, camino que tarde o temprano conduce a la dictadura, se ingenian muchas maneras de atacar a la oposición. Es así como se establecen entidades dizque de la seguridad del estado, y empiezan a recurrir a toda clase de triquiñuelas como testigos, "pirata informático" y testimonios falsos para atacar a sus opositores. Desgraciadamente es lo que se está viendo en Colombia, por parte del Alto Gobierno y la Fiscalía, pero estas actitudes no son de extrañar porque en el fondo “Es su naturaleza”.

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