Mientras que el Presidente, los ministros, los congresistas, los gobernadores, los alcaldes, los generales y comandantes de las fuerzas armadas se desplazan por el país en flamantes vehículos blindados, protegidos adicionalmente por caravanas de escoltas motorizados y armados hasta los dientes, los pobres policías y soldados de la patria se desplazan para sus labores de vigilancia y control en camionetas o en camiones, infringiendo abiertamente la ley que prohíbe trasportar pasajeros en el platón de una camioneta o en la plataforma de un vehículo de carga, trátese de furgón o plataforma de estacas.
La Ley 1383 de 2010, que reformo el Código Nacional de Transito, prevé en su artículo 21, numeral C-37, sanción con multa equivalente a 15 salarios mínimos legales vigentes al conductor y/o propietario de un vehículo automotor que incurra en esa irregularidad. ¿Cuántas vidas como las de los siete humildes policías asesinados la semana pasada en zona rural del departamento de Córdoba por la Farc se hubiesen podido salvar en el país si se cumpliera con la ley y con los protocolos de seguridad para el desplazamiento de personal en zonas de conflicto con evidente presencia de fuerzas irregulares y bandas criminales? ¿Por qué los vehículos diseñados estratégicamente para estas labores tácticas, como tanquetas, tanques y hummers blindados solo se usan para los majestuosos desfiles del 20 de julio? Pareciera que la vida de los humildes policías no valiera nada y fuera solo tenida en cuenta para las estadísticas de muertes violentas que anuncia el Gobierno. Van en lo corrido del año 177 servidores de la patria asesinados en cumplimiento de sus labores de preservación del orden y defensa de las instituciones.
Contrasta este abandono y negligencia estatal para preservar la vida de sus policías y soldados involucrados en la primera línea del conflicto con los multimillonarios recursos invertidos por la cuestionada Unidad Nacional de Protección en la compra y alquiler de vehículos blindados, armas, chalecos, celulares y motos para los esquemas de seguridad de los personajes VIP de la nación. El presupuesto de $380 mil millones para el 2014 se quedó corto y están reclamando $70 mil millones adicionales para terminar el año. ¡Sagrado Rostro que indolencia la de este Gobierno!
