“SOY CAPAZ” DE TODO POR UN NOBEL

"Miente, miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá". Joseph Goebbels.

Se está volviendo repetitivo que cuando este gobierno no puede ocultar sus fracasos y la pérdida de credibilidad, arremete con asfixiantes y machaconas campañas publicitarias con la esperanza de que los ciudadanos, a quienes cree tontos, a punta de repetición y no de hechos reales terminen creyendo que sus mentiras son verdades.

El ejemplo más patente de esto es el denigrante, mal planeado e inoportuno "proceso de paz" habanero, que a pesar de todas las capas de maquillaje que le aplican diariamente a este engendro de impunidad, el Gobierno, los medios enmermelados de pauta y el Episcopado que confundió el apaciguamiento con la paz, no pueden ocultar la enfermedad terminal que padece.

Hace unos meses, cuando las cosas estaban más mal que lo de costumbre, el Gobierno nos atacó con sevicia con la campaña de "Mi aporte es creer" ¿La recuerdan? Ahora "coincidencialmente", cuando las encuestas revelan que el país no cree en su presidente ni en su humillante proceso, quieren convencer a incautos y a gente con esperanza, que creer en las mentiras del Gobierno y de las Farc, no sabemos cuál más mentiroso, no es nuestro aporte sino nuestra virtud. Qué lamentable espectáculo el que da un ego desesperado.

Es que estamos siendo testigos de un cinismo, como acostumbra decir el Presidente, "nunca antes visto". El récord de cinismo establecido por el gobierno Samper ha sido roto y con creces.

Es patético ver cómo un gobierno "es capaz" de arrodillarse ante un cartel narcotraficante con tal de pasar a la historia por un logro artificial; "es capaz" de abrazar a dictadores y tiranos cubanos y venezolanos con tal de ser nominado a un Nobel; "es capaz" de atreverse a exprimir el bolsillo de los contribuyentes con mayores impuestos, con la disculpa surrealista que hay que recoger dinero para el imaginario "posconflicto", sabiendo todos que ese dinero es para tapar los huecos que su agrandada burocracia y la producción de mermelada le están exigiendo; "es capaz" de humillar a las víctimas de la guerrilla, quedándose mudo cuando los delincuentes se atreven a decir que ellos no son los victimarios sino las víctimas; "es capaz" de permitir que para lavarle la cara y su pasado al grupo delincuencial, se reescriba "la historia de Colombia", cuando sabemos de antemano por algunos de los elegidos para esa ignominia, cuál es el veredicto que tienen establecido antes de hacer el estudio; "es capaz" de pasar de bípedo a cuadrúpedo cuando se inclina tanto consintiendo, por tontería o complicidad, que el peor enemigo de Colombia diga que sus atrocidades no las cometieron ellos sino que son culpa "del conflicto", que las víctimas no lo son por ellos sino por "el conflicto", que ellos no secuestran sino "el conflicto", que el narcotráfico es culpa de "el conflicto", y que como ellos no tienen la culpa de nada, pues ahora todos resultamos siendo los culpables, el único que debe reparar a las víctimas, desminar el país, decir la verdad e ir a la cárcel es "Don Conflicto"

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