Cada día los medios de comunicación pierden más independencia. El Gobierno empieza a aplicar estrategias castro-chavistas de la comunicación. Aumenta la costosísima publicidad política en horarios triple A, paga grandes avisos en la prensa y hasta organiza imitación de ruedas de prensa libres, pero que realmente son instrumentadas.
Los funcionarios creen que la principal norma para gobernar es: pantalla y más pantalla, presentar la actualidad color de rosa y repetir su visión manipulada de la actualidad. Esta administración practica la tesis del nazismo según la cual: "Una mentira repetida mil veces, se convierte en verdad". Pero recuerden, Alemania perdió la guerra y los colombianos no somos bobos. Para apoyar el posconflicto, el Gobierno parece ofrecerles a las Farc: casa, carro, beca y… curul (parodia de una vieja campaña).
Sin saberse a ciencia cierta cuáles son los acuerdos o desacuerdos, pues es difícil concretar los virajes de JMS, los dirigentes de las Farc pasan vacaciones a cuerpo de rey en Cuba y aumentan el número de los guerrilleros de ronda. Aunque algunos afirmen que es imposible que el mandatario entregue el país a las Farc, por pertenecer a la aristocracia, olvidan que Mao también nació en cuna noble. Además, nadie cuerdo es enemigo de la paz y amigo de la guerra. Por tanto, criticar el manejo oficial del proceso en Cuba no merece las gravísimas acusaciones del Presidente y que repiten los sumisos burócratas de la mermelada.
Se rumora que la Constitución cambiará para darle más poder a esos grupos, mientras a las Fuerzas Armadas se lo disminuyen y les aplican todo el peso de ley: hay 15.000 militares detenidos, además de los condenados por una justicia bastante abusiva. En un periódico santista destacan los pecados o fallas de cualquier militar y disminuyen los de las Farc. Como la justicia, aplican la ley del embudo: juicios y prejuicios parecen depender del personaje en la mira. Lo que beneficie a las guerrillas marxistas merece un tratamiento especial de beneficios y al contrario, lo que pueda inculpar a personas que pertenezcan a la derecha, rápidamente reciben sanciones o les demoran las sentencias.
Opiniones ajenas en X-2914-: -Juan M. López –famoso columnista liberal- indica que el presidente Santos tiene: "la capacidad de engañar, bien sea para aparentar poco juego, cuando tiene cartas ganadoras o para cañar para ganar con un juego perdedor". El importante columnista Abdón Espinosa escribió: "Chaparrón impositivo y desmoronarse del auge… Es innegable que los déficits de la balanza comercial y de cuenta corriente, subieron. Con la consecuencia de que Colombia tendrá que acudir al mercado financiero y el sueño de la prosperidad va disipándose…". Ricardo Mejía considera que para negociar no se puede tener miedo y que eso es lo que ocurre aquí. El libro El Nuevo Idiota Iberoamericano estima que: "Colombia afronta riesgos inquietantes, pues se advierte una izquierda carnívora, que combina distintas formas de lucha y que ha logrado el control de vastas regiones rurales e infiltrarse en la justicia, las universidades y el sindicalismo". También destacan que las Farc se consideran de igual a igual con el Estado, aunque ahora solo alcancen 7 mil combatientes, mientras siguen atentando contra la infraestructura del país, asesinando selectivamente y reclutando niños.
JMS, para atender los costos de los diálogos, el posconflicto y la creciente publicidad, se endeuda de muchas maneras, ahoga en impuestos a la ciudadanía y con pompa recorrerá el mundo. A la par que las Farc, la más beneficiada con estas conversaciones, no parece contribuir con parte de sus presuntos y grandes capitales, obtenidos de sus no muy santas actividades a lo largo de 50 años.
Notas: 1. A la Iglesia colombiana la están llevando a participar en política contra media Colombia. Gravísimo paso de nuestros prelados, en momentos de grandes desbandadas de fieles. Los sacerdotes deben huirles a los pactos de los grupos proselitistas. 2. La otrora eficiente empresa de teléfonos paisa, ahora es lentísima para arreglar estos aparatos, todavía vitales.
