¿Nosotros?: Noo, ¡ellos sí!

Cuando el General Maza Márquez dirigía el Das tenía una fijación enfermiza en contra del cartel de Medellín, de hecho, cualquier cosa que sucediese, de entrada lo señalaba como el único responsable. Es innegable que tenían las armas, la actitud y la perversidad para ejecutar estos y muchos otros actos demenciales, pero fue tal la reiteración de las acusaciones, que el pueblo colombiano lo tomaba a broma y ante un choque decía: el general Maza tiene identificados a los conductores y afirma con certeza que son sicarios del cartel de Medellín.

Ahora amenazan a Cepeda, Córdoba y todos esos izquierdosos de escritorio y de inmediato aparece la extrema derecha como responsable; por ahora se deduce que la extrema derecha está conformada por todos aquellos que no están de acuerdo con lo que está sucediendo en La Habana.

Salen los medios de comunicación, hacen todo el escándalo y terminan poniéndoles lápidas en las espaldas o los convierten en blancos apetecibles para esos individuos que tienen dentro de su fanatismo exagerado la consigna de que quien no esté de acuerdo con la entrega del país a la izquierda trasnochada del siglo XXI, debe desaparecer de la faz de la tierra.

Cuando amenazan a María Fernanda Cabal, también es la extrema derecha la que lo hace, pues como enemigos del proceso de paz quieren desestabilizarlo, originando estas acciones en contra de personas de la entraña del Centro Democrático.

Muy seguramente quienes (los narcoterroristas de La Habana) afirman esto quieren dar a entender que las amenazas que se presentaron durante las anteriores campañas armadas, realizadas por ellos para el Congreso y la presidencia, fueron perpetradas por los mismos integrantes de esa agrupación política o, que lo mismo sucede con los documentos que constatan los planes en contra de Álvaro Uribe Vélez, documentos que reposan en manos de quienes deberían estar investigando y acusando, pero que simplemente los dejan de lado, pues el resultado de esta investigación, si se realiza con profesionalismo, daría al traste con ese entuerto de Cuba.

Pretenderán en un futuro no muy lejano hacernos creer que el atentado en contra de Fernando Londoño Hoyos, los asesinatos de los policías, soldados, las bombas en las escuelas, las minas y en fin, toda esa barbarie acumulada que los llevó a la calificación de terroristas al lado de Al Qaeda y la yihad islámica, fueron actos de la extrema derecha que quiere perpetuar la violencia en Colombia para satisfacer sus apetitos de poder y riqueza.

Al paso que vamos, muy pronto tendremos acusados en los tribunales revolucionarios a todos los que de una u otra forma han cuestionado al Presidente por esta entrega incondicional del país a las Farc, de ser miembros activos de la extrema derecha burguesa. Ese era el discurso en 1960 de todos los jóvenes que creían en esas doctrinas marxistas leninistas.

Muchos progresaron y muy posiblemente hacen parte de esa clase que molesta tanto a los ineptos que se quedaron anquilosados “en esas ideologías retardatarias”, como dirían ellos (qué contrasentido), para descalificar a los que creen en la iniciativa individual.

Postre: Retardatarios son aquellos rezagados de la historia que pretenden mantener la lentitud del progreso general e individual, al ritmo de su pereza mental y tardías reacciones.

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