ENTRE EL ACERO Y EL PLOMO

Una nueva celada de JMSantos ha sido rechazada por el expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez. El presidente Santos incluyó entre los convocados a la Comisión Asesora de Paz, al Presidente del Partido Centro Democrático, Dr. Oscar Iván Zuluaga y a Carlos Holmes Trujillo, Coordinador de Relaciones Internacionales; para que lo auxilien en su propósito de colocar la nación al borde del castro-chavismo: la maniobra ha fracasado. El país tiembla ante la encerrona y los soldados de plomo se alistan para servir de apaciguadores y llevar agua al molino de la más grande trampa a la que se ha visto enfrentada Colombia desde el saqueo del Canal de Panamá.

Las Farc, la organización narco-terrorista, experta en manipular incautos o avezados traficantes de los intereses de la nación, dejó desde hace mucho tiempo de ser el grupo extremo izquierdista de la década de los 60as, el grupo armado punta de lanza de las pretensiones expansionistas de la extinguida URSS en la década de los 80as y en la actualidad además de ser un grupo terrorista es el más importante cartel del narcotráfico en el mundo en asocio con los bandidos de Sinaloa. En los acuerdos previos para la negociación de la mal llamada paz con Santos, han obtenido mas ventajas que en el período de Belisario Betancur: reconocimiento político, Zonas de Reserva Campesina, fundación de un grupo político, Marcha Patriótica; concesiones a tutiplén si las hay y la promesa de modificar el concepto de delito político para avalar el narcotráfico, el secuestro, el reclutamiento de niños, la promesa de no cárcel para los capos mayores, total impunidad y hasta la decisión de permitirles participar con prebendas especiales en política que incluye ser elegidos al Congreso y a los cargos de dirección estatal.

Los terroristas tienen la iniciativa en las conversaciones de la Habana. Han decretado un cese unilateral al fuego para obtener un cese bilateral y la promesa de no ser bombardeados por las fuerzas militares, cuyos comandantes más destacados vacilan ante el grupo palaciego; en tanto que las Farc aumentan su expansión territorial, acrecientan el boleteo y la vacuna y se preparan con alfiles como el Sr. Iván Cepeda a tomar las riendas de la nación atribulada y traicionada por un puñado de politiqueros de la denominada unidad nacional y sus corifeos de la izquierda pro mamerta, incluyendo a la presidenta del Polo Democrático Alternativo, Sra. Clara López.

Pero Uribe no cederá y por tanto el barco mantiene su rumbo. Nosotros requerimos en la actual etapa profundizar en lo que significa para el país el sinuoso intento de firmar con las Farc, no la desmovilización y el desarme, sino el camino de Cuba y Venezuela. Ni los destacamentos de la producción, ni la clase obrera, hoy traicionada y envilecida por la traición de quienes en el pasado alardeaban de representarla en la izquierda, son conscientes del futuro que espera a la nación de imponerse la política santista. Uribe es el factor consciente de lo que representa la tragedia que se nos anuncia y él podrá orientar la salvación de la patria.

El debate electoral que se avecina debe ser aprovechado por los integrantes del Centro Democrático y ante todo por los candidatos para desentrañar el ardid de los agentes de la” patria en paz”, dirigida por los “comandantes” de las Farc, el Partido Comunista, Marcha Patriótica y sus corifeos. El ataque a Uribe esconde la traición a Colombia.

En mi caso, como dirigente histórico de la izquierda antimamerrta y siguiendo el legado de lucha contra los “comunistas criollos” que nos dejara Mosquera, el fundador del MOIR, hago un llamado a los obreros, campesinos y sectores medios de la población para no dejarse engañar por los cantos de sirena de la camarilla gobernante y vislumbrar con dignidad el embrollo que en nombre de la paz han creado Santos y una pléyade de agentes del terrorismo y el oportunismo de izquierda.

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