FARC: ¿CASA DE NARIÑO POR CÁRCEL?

Mientras el ex presidente Gaviria y los comentaristas de la prensa y Roy y De la Calle y demás jerarcas de la Unidad Nacional se devanan los sesos y buscan la mejor fórmula posible que permita sancionar (pero sin molestar ni inhabilitar ni encarcelar) a las FARC; mientras la democracia colombiana busca “salidas” para el futuro de los jefes de las FARC –de ahí el debate sobre justicia transicional-; ellas, las FARC, como el “duendecillo burlón que entre las frondas había” del poema de Carrere, al escuchar tal cantinela sobre cárcel o no cárcel, “se reía y se reía”.

En un reciente documento interno de la organización terrorista, Una mirada distinta en torno a la justicia transicional (http://farc-ep.co/?p=4214), lo dicen tajantemente. Miren su lógica impecable:


   

  • Si se llega a un acuerdo definitivo de paz, ¡claro que desaparecerán las FARC como “estructura político militar!
  • ¿Por qué? Pues, porque de inmediato habría una inserción legal y activa de los miembros de las FARC en la política nacional, en el poder.
  • Es decir, las FARC siguen recorriendo su ruta dentro de la “concepción estratégica”. Si Santos se las quiere allanar, facilitar y acelerar, bienvenido y muchas gracias. Si no, pues, igual sigue la lucha.

A las FARC la justicia transicional les da risa porque ellos no pretenden una transición entre su presencia actual en las montañas y su presencia futura (o reinserción) en la vida política y social urbana. ¡No! Su plan es un tránsito directo de las montañas al poder en Bogotá. Como el de Fidel, como el de los sandinistas o, incluso, como el de los salvadoreños a quienes se les obligó a permanecer algunos años en unas especies de salas de espera: el congreso, las gobernaciones y las alcaldías. Pero, ¿las FARC ir a la cárcel? ¡¿De que hablan, señores?!

Dos noticias recientes demuestran que mientras Santos puso todos los huevos en una sola canasta (o jaula). la de las negociaciones de paz, las FARC siguieron combinando magistralmente las formas de lucha: la legal (principalmente en La Habana) y la armada y violenta en las montañas. Y como para la lucha armada se necesita armas, miren ustedes cómo no han descuidado el aprovisionamiento. Un informe de prensa lo precisa (http://www.eluniversal.com.co/colombia/montenegro-extradita-eeuu-tres-sospechosos-de-traficar-armas-para-las-farc-185952). Muestra cómo se proveen en el mercado internacional, en el más sofisticado nivel del tráfico ilegal y con asistencia de asesores que no son cualquier pintado en la pared. Uno de los personajes de la noticia anterior es un ex congresista italiano que fue capturado en Montenegro (una de las ex repúblicas yugoeslavas). Lo más curioso es que los Estados Unidos, en la misma fecha en que se vinculó a los diálogos de paz con las FARC, pidió en extradición a esos traficantes de armas “porque con ellas se pretende secuestrar y matar a ciudadanos americanos”.

El otro indicio de que las FARC actúan en la práctica como si el negocio de la paz con Santos no fuera a ir a ningún Pereira, nos lo dio verdadabierta.com, un portal cercano a la revista Semana en un informe titulado ¿Está vigente agenda de las Farc en Nudo de Paramillo? (http://linkis.com/verdadabierta.com/KKawy).

Mi primera reacción cuando conocí la noticia del tráfico de armas de las FARC asociada con mafias europeas fue el escepticismo. ¿Sí se pondrán en esas, estando en medio de una negociación pacifista tan publicitada y acompañada internacionalmente? ¡Ingenuo yo! Verdadabierta.com me hizo descender al pedestre realismo: las FARC son capaces y saben como echar carreta y echar plomo al mismo tiempo; con la ventaja adicional de que se enfrentan a una persona, Santos, quien a duras penas es capaz de masticar chicle mientras habla. Les resumo el cuento del artículo de verdadabierta.com: el Bloque“Iván Ríos”de las FARC, comandado por “Pastor Alape” está en estas tareas:

  • reactivar por lo menos tres frentes guerrilleros desvertebrados en la época de presidente Uribe;
  • intensificar la preparación de francotiradores;                                                 
  • sembrar minas antipersonal;                                                                     
  • reactivar escuelas de formación;                                                                
  • mejorar la disciplina de los frentes;                                                           
  • incidir con mayor eficacia en el control de la población;                                       
  • hacer más efectivas las finanzas.

Todo eso lo descubrió y constató verdadabierta.com. ¿Cómo? Tuvo acceso al acta de la reunión del Bloque “Iván Ríos” de la guerrilla de las FARC, de septiembre de 2013, celebrada en algún lugar del Parque Nacional Nudo de Paramillo. Y cuando le preguntaron a ‘Alape’ si el acta era cierta o era apócrifa, el hombre les dijo que mejor hablaban después.

 

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