Mentiras y más mentiras

Había pensado en otro tema para escribir, era la respuesta para aquellos que dicen que no he hecho nada por Medellín, por Antioquia y por Colombia cuando ocupé cargos públicos. Afortunadamente las obras perduran, ahí están. Las políticas para tiempos difíciles como los que tuve que enfrentar los recuerda la gente de bien, los mermelados y mamertos insultan a falta de argumentos. Ellos son así, iguales a su mentor.

Un helicóptero caído por descuido de los pilotos, un avión caído por mal tiempo, o por fallas en un motor, o por hielo acumulado, otro helicóptero por descuido de las Fuerzas Militares que no quitaron una bomba antipersonal a tiempo para que pudiera aterrizar en tierra de la guerrilla. Y unas cajas negras de las que nunca se habría conocido su información, de haberlas tenido, como siempre ha ocurrido en el país de Juanpa (como le gusta que le digamos).

Estamos cansados de las mentiras, estamos aburridos con un gobierno mentiroso y un virus contagioso para todos aquellos que lo rodean. Un ministro de Defensa que gozaba de la confianza y admiración de quienes lo conocemos como empresario, se ha prestado para amplificar las mentiras de su jefe. Este es un país sin futuro o con un futuro que ya llegó con la entrega a la subversión, a los terroristas, a los narcotraficantes, a Maduro. Doloroso decirlo pero es una innegable realidad.

Un país donde las minas antipersonal las tiene que desactivar nuestro glorioso ejército con riesgo para la vida de nuestros soldados, como se ha visto, con el argumento de que los guerrilleros, quienes las fabricaron, quienes las activaron, quienes las enterraron, no están preparados para desenterrarlas, para desactivarlas y para desarmarlas. Me pregunto: ¿si a los soldados que cumplen esa tarea no les tuvieron que enseñar para hacerlo, a los guerrilleros no se les puede enseñar igualmente? Repito lo que he dicho en otra oportunidad: si se van a aplicar penas alternativas a los guerrilleros para poder hacer la paz, una de esas penas debe ser el desminado por parte de ellos, vigilados por el ejército armado, lo mismo que la erradicación manual de la coca la deben hacer ellos, quienes la cultivan, vigilados por la policía igualmente armada.

Matan a los soldados por hacer el desminado, culpa de quien los mandó a cumplir esa tarea. Matan a los miembros de la fuerza aérea con misiles tierra aire, aunque se trate de desviar la opinión, culpa de quien evita que se puedan defender al prohibir los bombardeos. Matan a 16 policías que viajaban en un helicóptero, culpa de quien no los deja atacar como defensa, de quien renuncia a utilizar la mejor arma como son los bombardeos.

Miente el gobierno en general, miente Juanpa (como le gusta que le digamos) al tratar de desviar la opinión para que no sepamos la verdad de los asesinatos cometidos por sus amigos, los amigos de su hermano y los amigos de sus mejores amigos.

Hay una manera de mostrar el descontento de un pueblo con un gobierno falso, deslegitimado y mentiroso. Hay que marchar mañana en señal de descontento, de rechazo y de tristeza por lo que hacen contra la patria.

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