Vuela Panamá…

Tal vez tenían razón todos los conjurados visionarios que sacaron adelante la separación del Istmo de Panamá de Colombia. O tal vez Panamá le está cobrando a Colombia toda la plata que nunca vieron del ferrocarril y el Canal de Panamá, por pensar en grande.

En materia de transporte aéreo internacional Panamá es un verdadero centro de conexiones. Es el clásico aeropuerto pensado en aprovechar su posición geográfica y ejercer tráfico de conexión o de sexta libertad del aire. El aeropuerto de Lima lo es también. Mientras que nosotros no hemos pensado en ser competitivos y convertir el aeropuerto de Bogotá, Cartagena o Barranquilla en un centro de conexiones. Al contrario, el aeropuerto de  Cartagena tiene la tasa aeroportuaria más cara de Latinoamérica. Es decir, se está haciendo todo lo posible para que no vuelen allá.

Por eso, aerolíneas top del mundo como lo son Turkish Airlines y Emirates empezarán a volar a Panamá desde el 2016. Esta última hará un vuelo sin escalas desde Dubai hasta Ciudad de Panamá. Dicho sea de paso será el vuelo comercial más largo ya que durará 17 horas y media.

Pero esto que le pasa a Panamá no es gratis pues es el resultado de ser atractivos. Precios de combustible razonables. Tasas aeroportuarias razonables. Oportunidades de negocios serias. Y también, hay que decirlo, promocionar el país. Nosotros, desde hace muchos años no nos sentamos a diseñar una política aérea que en verdad tenga como faro convertir a Colombia en el país más atractivo de la región para volar y traer turismo. El trabajo de Colombia no puede quedar solamente en negociar acuerdos de transporte aéreo. Debemos ir más allá. Desde funcionarios que piensen en grande hasta materializar y sacar adelante políticas públicas en materia de transporte aéreo que vayan hacia esa dirección.

No podemos seguir improvisando desde el Congreso con proyectos de ley que afectarán al sector aéreo y que no tienen  ningún sentido. Le hace mucho daño al sector y espanta a las aerolíneas que advierten un riesgo para el negocio ver que le están echando mano al sector desde diferentes ángulos.

La Aeronáutica Civil debe recuperar su liderazgo. Es la entidad rectora del sector aéreo. Una buena forma de recuperarlo es diseñando una política aérea encaminada a pensar en grande y ser competitivos. Está muy pasiva y debe recuperar su terreno.

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