Un abogado litigante iba conduciendo su vehículo con exceso de velocidad, dos peatones que iban por la vía fueron atropellados por el imprudente conductor y uno de ellos atravesó el parabrisas y quedó dentro del carro. El otro peatón fue arrojado por un barranco y quedó con graves heridas a cincuenta metros del vehículo.
Al salir del hospital, al mes de los acontecimientos, los convalecientes peatones fueron a poner la denuncia contra el chofer abogado, pero al llegar a la inspección de tránsito fueron detenidos por la policía. Al primero por irrumpir en propiedad privada, al quedar dentro de un vehículo ajeno y al otro por daños y abandono del lugar de los hechos.
La Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, en su última reunión alertó sobre la propuesta de las Farc para “la democratización de medios”. Para ello, Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP en la 71ª Asamblea General dijo: “Sabemos que lo que buscan es controlar el flujo informativo e imponer la censura”.
Aunque el autosuficiente columnista Alejo Vargas y Jimena Duzán minimizan el peligro de una influencia de los reinsertados farianos en una comisión del gobierno posconflicto, tal vez con la esperanza de que los nombren a ellos de “jueces de prensa”, como los tuvimos en este periódico de “censores” cuando la dictadura de Rojas Pinilla y después se quedaron muy orondos de columnistas en un periódico al que dejaban muchas veces sin editorial.
Pero es que nosotros sabemos y lo sabe la SIP lo que hace Nicolás Maduro con los medios en Venezuela y lo que hace el presidente Correa en Ecuador amenazando y amordazando la libre opinión de los medios y cerrándolos o prohibiéndoles la importación de papel.
Las Farc se atrevieron a pedir la adjudicación de canales de televisión y licencias radiales para emisoras y su financiación. ¿Cómo no va a ser peligrosa esa intervención guerrillera en las comunicaciones?
Invito a mis lectores a leer al exguerrillero León Valencia en su artículo de Semana N° 1744 para que vean cómo para el exguerrillero es fácil tergiversar la información defendiendo las alcaldías de Alonso Salazar, sancionado por la Procuraduría por participar en política en la elección de Aníbal Gaviria y la de Sergio Fajardo, a quien le endilga el proceso de entrega de los paramilitares, que para nada intervino y en cambio pone en la picota a Álvaro Uribe, Juan Carlos Vélez, Fabio Valencia, Sergio Naranjo y Luis Pérez. Es decir, todo lo contrario a la verdad. Para qué más democratización, si la guerrilla ya tiene sus voceros desde Semana.
Ojalá que el pueblo colombiano reaccione y con votos le dé el triunfo en las próximas elecciones a los personajes calumniados por este exguerrillero que se las da de juez a favor de la izquierda.
ÑAPA. No me gusta ser arúspice de tragedias, pero el ambiente no puede ser peor. Mientras el Congreso busca sanciones sin cárcel para los criminales narcoterroristas, la Corte sanciona a la Iglesia Católica con multimillonaria multa, por el pecado de un sacerdote, una superintendencia condena a escandalosa multa a los ingenios azucareros que son fuente de empleo para miles de trabajadores. Al presidente que casi derrota a la subversión se le “premia” con una investigación del fiscal, después de 18 años. ¿Qué inventarán después? Decía Pedro Picapiedra.
