No vamos bien

Mientras el país se entretiene discutiendo sobre el plebiscito para refrendar los acuerdos de La Habana, polemiza acerca del viaje de Enrique Santos para sacarle humo blanco al cónclave con “Timochenko” y alega si el dueño de la –¿jugosa o extenuada?– chequera presupuestal es el presidente o su vice, la economía nacional se deteriora. Como consecuencia, el banco de inversión JP Morgan eleva la percepción de “riesgo país” para mostrar un panorama preocupante.

El déficit comercial anualizado supera los 15 mil millones de dólares. Las exportaciones se hunden. Cayeron en septiembre un 44 %. Y en lo que va corrido del año han decrecido un 35 %. Las ventas de productos colombianos en la comunidad andina disminuyeron en septiembre el 25 %. Las que van a la Unión Europea decrecieron un 44 %, y hacia China en un 64 %.

El déficit fiscal de 2016, dice Fedesarrollo, estará por los lados del 4.5 % del PIB, con el agravante, agrega el hacendista Juan Camilo Restrepo, de que “muchos gastos ni siquiera están presupuestados en la vigencia del 2016”, como aquellos cuantiosos para financiar el posconflicto.

La corrupción azota. Según Gallup, el 81 % de los encuestados estiman que cada día empeora. Compartimos con Venezuela la mayor corrupción de toda América, “desde Alaska hasta la Patagonia”, escribía Juan Gossaín. En cinco años –del 2010 al 2015– la percepción ciudadana de inmoralidad nacional pasó del 56 % hasta el 80 %, cifra tan vergonzosa como escandalosa.

En el mosaico mundial de competitividad retrocedemos. Once puntos ha perdido el país en los últimos cinco años. Además tenemos en la región, después del Perú, la mayor tasa de informalidad. Así no es fácil conformar una sociedad equitativa.

La inflación va cuesta arriba. Muerde el 6 %, la tasa más alta en los últimos siete años. Cómo será de contraproducente y delicada esta inflación que el diario El Tiempo, gobiernista hasta los tuétanos, opina que “los desafíos que le esperan a los colombianos en materia económica para el año entrante no son nada fáciles”.

La bolsa de valores, gran indicativo de la confianza del país, va en barrena. Acciones que fueron banderas del mercado bursátil, hoy están desplomadas. La inversión extranjera en ella se esfuma. El índice accionario ha caído en lo que va del año en cerca de un 30 %.

Nuestros niveles de pobreza son aún altos y los de desigualdad, desalentadores. La Cepal sitúa al país con cerca de un 33 % de población pobre. Chile, Uruguay, Panamá, Ecuador, Perú, Paraguay, Argentina, Brasil y hasta Venezuela muestran menores tasas de pobreza que Colombia. La desigualdad social se refleja en el alto coeficiente Gini, que nos sitúa lejos de los países de la Ocde, en donde intenta entrar Colombia para codearse con los ricos.

En lo que el país sí no tiene contendor es en la producción de coca. Estamos a la cabeza en el escalafón internacional según The Washington Post. Frente a tan degradante galardón, el gobierno no ha dicho ni mu…

Mas sigan creyendo los ingenuos que del dueño de la promocionada y discutida chequera oficial saldrán los recursos para extirpar todos estos déficits.

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