¿Paz deletérea?

“Firman la paz y luego…”

Me voy p’al pueblo. Es bueno volver en Navidad a recorrer senderos y encontrarse con gente a la que hace tiempo no se veía.

“Estamos confundidos”, comenta un amansador de caballos de esos que tienen el alma recia y no se andan con medias tintas. “El Presidente se abraza a Timochenko pero acá todo está peor que antes, hay mucho miedo, y todo el mundo prefiere quedarse en silencio”.

La vieja casona al lado de la carretera sigue intacta. La doña me ofrece un vino con galletas de las que aparecen en los comerciales de la tele.

“Mire que los noticieros solo hablan de paz y muestran al Presidente diciendo que los bandoleros sí cumplen y que él les cree. Pero eso es porque no quiere ver lo que de verdad está pasando y lo que se nos viene encima”.

El viejo bigotón, que ahora se especializa en manejar buldóceres, me lo pone más claro: “Lo que pasa es que tienen del cuello al patrón y a todos los de por aquí. El otro día me mandaron a llamarlo y usted no se imagina la millonada que le sacaron”.

Algo muy similar a lo que sostiene el de los caballos. “Ahora, esa gente es más aplicada que antes. Tienen mapas, carretera por carretera, vereda por vereda, finca por finca, y van vacunando a todo el mundo porque ‘hay que aportarle a la paz’. Pero nadie puede decir nada, ni hacer nada, porque eso sería como llevarle la contraria al Presidente”.

Nos vamos al río y la doña me dice: “Fíjese. Antes había controles por todas partes y al menos ellos no podían mover las canoas de noche. Pero ahora ellos van p’arriba y p’abajo transportando la droga. El Gobierno dice que no, pero lo cierto es que les ha dado permiso de hacer lo que se les dé la gana”.

Y remata el bigotón, frunciendo el ceño, sin resignarse, esperando el momento para hacer lo que sabe que tiene que hacer: “Nos cobran por cada cosa que hacemos, por cada contrato. Y uno no los ve armados por ninguna parte, ni combatiendo a la tropa. Pero el único que no quiere darse cuenta es el Presidente. Él solo quiere que le firmen el papel de la paz y que luego …¡que luego los demás se las arreglen como puedan!”

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