“Territorios de paz de las Farc”

El exguerrillero del ELN, León Valencia Agudelo, acaba de descubrir el agua tibia en su artículo de la revista Semana del pasado lunes 14 de diciembre al afirmar que “los territorios de paz son el corazón de la negociación”. Pero concluye mal al abogar por ellos con concesiones inaceptables.

Valencia: “Me atrevo a decir que el nuevo plan estratégico de las Farc de cara al posconflicto es impedir que se disuelva el grupo en medio de los avatares de la transición a la vida civil, conservar y ampliar la base social y política y mantenerse en los territorios donde han actuado durante 50 años. Si los lectores se detienen a analizar uno por uno los acuerdos hasta ahora realizados en La Habana encontrarán un hilo conductor, una lógica, territorial y social”.

“En el acuerdo agrario –continúa Valencia- brilla la idea de zonas de reserva campesina; en el de participación política, las circunscripciones electorales de paz; en el de narcotráfico, la sustitución voluntaria de los cultivos en sus zonas y una solución de vida para los campesinos cocaleros; incluso, en el de justicia, la clave es la reparación directa de las comunidades afectadas como parte de la pena para los inculpados. Todos los pactos huelen a territorio y a comunidad. Las Farc quieren quedarse en las zonas donde han actuado, hacer allí su proceso de reintegración y buscar desde allí un protagonismo político y social nacional”.

“No obstante –se atemoriza Valencia- porque en las últimas semanas irrumpió un gran ruido, un estruendoso ruido, las Farc dijeron que se debía discutir la presencia de la fuerza pública en esos territorios. Fue Troya. El general (r) Jorge Enrique Mora, negociador de paz, salió a rechazar esta petición de la guerrilla a nombre del gobierno. Los opositores apelaron a la comparación con las llamadas repúblicas independientes de los años sesenta para atacar la declaración”.

Los opositores consideramos que el fracaso inevitable de las conversaciones de paz del presidente Santos será consecuencia directa de la connivencia del país con el narcotráfico en los “Territorios de paz”, donde lo primero que harán las guerrillas será obligar a los cultivadores y a los impotentes campesinos a impedir el ingreso a estos “Territorios” de las Fuerzas Armadas, como ya sucede en el Catatumbo y en algunos otros municipios del departamento del Cauca, para luego obligarlos a plantar coca, apoderarse de las zonas vecinas y, finalmente, forzarlos a votar por quienes ellos escojan.

Aboga Valencia al final de su artículo por la delimitación de unos territorios de paz donde el Estado, la sociedad civil y las guerrillas desarmadas y en transición se encuentren para constituir instituciones democráticas y cultivar productos legales. Pero, eso sí, “en esos territorios es necesario redefinir las funciones de la fuerza pública y hacer cambios en su despliegue territorial”.

Tiene uno que ser muy ingenuo para no sospechar que cuanto proponen las Farc, y apoya Valencia, conduce a la desintegración territorial del país en repúblicas independientes, desmilitarizadas, gobernadas por las Farc y en connivencia con el narcotráfico, madre de todos los conflictos.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar