Verificación de la paz

Ratones cuidando el queso
“Celac carece de experiencia en estas misiones”

Chávez odiaba a la OEA que, desde 1890 y a pesar de sus múltiples fallas, es el órgano que ha servido de lazo de unión entre las repúblicas americanas.

La OEA, como dijo Alberto Lleras en su momento, es lo que los miembros quieran y, en la época de Chávez, la presidía José Miguel Insulza, un personaje al que el teniente coronel llamaba “pendejo”. Pero lo que realmente odiaba Chávez era que en la OEA estuvieran dos gatos grandes, Estados Unidos y Canadá.

En diciembre de 2011, en Caracas, bajo la égida de Chávez, se creó la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), un organismo internacional destinado a hacerle la competencia a la OEA. Treinta y tres ratoncillos del área la hicieron la venia al presidente venezolano y conformaron la organización. Según el website de la cancillería colombiana, la Celac tiene como “temas centrales… la asistencia humanitaria, desastres naturales, cultura, desarrollo productivo e industrial, desarrollo social, educación, energía, finanzas, cooperación, infraestructura, medio ambiente, migraciones, drogas y prevención del delito, ciencia y tecnología, preferencias arancelarias latinoamericanas y del Caribe, corrupción y agricultura familiar”. Mero bla bla bla.

En enero de 2014 se celebró en La Habana la II Cumbre de la Celac, en la que sus miembros mostraron su servidumbre mental hacia el régimen de Cuba al acordar "respetar plenamente el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural como condición esencial para asegurar la convivencia pacífica entre las naciones." En realidad, como dijeron los Estados Unidos,la Celac traicionó el compromiso del continente con la democracia, al "abrazar el sistema de partido único en Cuba". Es decir, la democracia que hasta entonces era la característica que, con vaivenes ciertamente, informaba a los países del Continente, desapareció. Solamente los representantes de Chile y Costa Rica fueron capaces de reunirse con opositores al régimen durante su estancia en La Habana. La oposición estaba, por supuesto, amordazada. Fue un triunfo del socialismo del siglo XXI.

Las Farc y el gobierno acordaron el 19 de enero 2016 que las dos partes se encargarán de verificar el cese al fuego, con una ayuda del Consejo de Seguridad de la ONU al que se le encomienda escoger, previa consulta con la mesa de La Habana (es decir con las Farc), los observadores internacionales entre los miembros de la Celac, que para este efecto excluyen a los vecinos (Panamá, Venezuela, Ecuador, Perú y Brasil) pero dejan vivitos a Bolivia y Nicaragua, por ejemplo.

Celac y no OEA. Gracias fundamentalmente a los regímenes asociados al socialismo del siglo XXI, que son los mismos que están en la Celac, el Consejo de la OEA le hizo a Colombia un desaire cuando llevó el caso de los atropellos del régimen de Maduro en la frontera ¿Por eso se escogió la Celac?

La Celac carece en absoluto de experiencia en este tipo de misiones, pero ¿qué importa? de todas maneras es una fachada. Los ratones se encargarán de cuidar el queso.

¿Será que la ONU acepta semejante adefesio?

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