No nos amenacen más

“Tengo facultades legales para negociar un acuerdo de paz sin refrendación, pero prefiero refrendación”. Juan Manuel Santos.

¿Advertencia o amenaza?

La diferencia entre amenaza y advertencia no siempre es fácil de distinguir y dependiendo de las circunstancias y los actores, lo que para uno es un aviso para otro es una amenaza. Como también sucede que el que está acostumbrado al engaño y a alcanzar sus objetivos por los medios que sean, cuando amenaza, cree que simplemente está comunicándose con los demás.

Hace unas semanas el Gobierno le “advirtió” al grupo narcoterrorista Farc que “quienes se han reunido con los integrantes de las Farc en La Habana, podrían ser requeridos por las autoridades por reunirse con los delegados de la guerrilla sin autorización del Gobierno”. Y la respuesta de uno de los cabecillas, convertido en “político armado”, fue que: “los avances del proceso no admiten ‘amenazas’ a quienes desean respaldarlo”.

¿Advertencia o amenaza?

Cuando el presidente dice que él puede hacer lo que quiera, pero de puro buena gente “prefiere” consultar al pueblo, no sabe uno si nos amenaza o nos advierte. Tampoco está uno tranquilo que esa preferencia sea cierta, pues llevamos viendo desde su posesión cómo la traición, la mentira continuada y su vanidad, son el común denominador de su comportamiento.

A un gobernante que recula sistemáticamente y por el cual uno puede apostar que va a hacer todo lo opuesto a lo que dijo que nunca iba a suceder; para quien las “líneas rojas” se vuelven rosa cuando le conviene, pintadas con tiza y no labradas en piedra, ¿qué le entiende uno cuando dice “prefiero”?

Preferir significa que se tiene un abanico de opciones y que no hay obligación con alguna de ellas en particular, sino que se puede escoger dependiendo de la necesidad o la oportunidad. ¿O sea que traicionar su palabra, que no cotiza en bolsa porque no tiene ningún valor, es una de las opciones que no ha eliminado? ¿Si las circunstancias no le son favorables optaría por el camino dictatorial que el Congreso enmermelado le está aprobando? ¿Por eso es que le están dando “facultades especiales” que se parecen cada vez más a las “leyes habilitantes” de la dictadura venezolana?

Al mismo cabecilla narcoterrorista, y futuro senador por gracia del proceso de impunipaz, le preguntaron hace poco sobre qué harían las Farc si el acuerdo de impunipaz fracasa, y esto respondió: “El combatiente guerrillero se crece moralmente en la confrontación, en el sacrificio, y si se llegara a imponer la voluntad de las minorías, que se alimentan del conflicto, sobre las mayorías, que lo padecen, la lógica insurgente se disparará para reafirmar que a esta oligarquía no la abandona su mezquindad, que solo le interesa profundizar la barbarie”.

¿Advertencia o amenaza?

Al final no importa si es el narcocartel guerrillero o el gobierno inepto y mentiroso, cada vez que abren la boca uno siente que nos están amenazando, incluso de fusilamiento como quiere el senador Benedetti.

Por la verdadera paz de Colombia, vote NO en el plebiscito tramposo.

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