Reficar y Metro

El martes nueve de febrero publica nuestro colega, el diario capitalino La República, un editorial con el título “La paradoja del metro de Medellín y caso Reficar”. En el desarrollo del tema afirma el editorialista: “Al punto que muchos opositores de profesión comparan el explosivo caso con Petrobras y hasta la sonada trama del metro de Medellín por allá en la década de los años ochenta”. Otra mención es al final para elogiar el servicio que ha prestado el sistema metro a la ciudad de Medellín.

La tal alusión, sin presentar la realidad en la construcción del sistema metro en esta ciudad, me obliga a explicar varios detalles que los opositores a cualquier obra que se haga en Antioquia no se atreven a mencionar.

Una vez contratado el metro para Medellín, el Congreso de la República aprobó una ley imponiendo impuestos de aduana al material y elementos para los sistemas metro que no existían aun en Colombia. Era una ley con nombre propio para golpear a la región más aporreada del país en cuestiones de obras públicas. Es cierto que la Nación aprobó un aporte del 40 % del valor de la obra, ahora para estos sistemas la Nación debe aportar el 70 %.

En el gobierno del presidente Barco se frenó por más de dos años la construcción, ya bastante avanzada. El tema de volver a negociar, el lucro cesante, el mayor valor de los trenes y equipos, hicieron que el costo total se triplicara.

Se adelantaron investigaciones contra todos los que participaron en la negociación, contra quienes hicieron parte de la junta y de la administración durante los años de estudios, contratación, ejecución y puesta en marcha de la obra. Que yo sepa y que la opinión pública haya conocido, no hubo ninguna irregularidad ni sanción.

Caso contrario lo de Reficar que se aumentaron los costos en este gobierno sin que hasta ahora se hayan explicado y se inicien investigaciones. El aparente desfalco fue grande.

La verdad es que no es raro que nos traten mal desde la capital. Esto ha sido histórico. Leo en este diario en la columna “hace 50 años” lo siguiente: “La dirección de caminos vecinales de Antioquia fue marginada del Presupuesto Nacional. Esta dependencia, una de las que tiene mayor injerencia en el desarrollo económico regional de Antioquia, quedará a merced de los recursos que la administración seccional pueda aportarle”.

Antioquia es el único departamento que tiene que aportar para las obras nacionales, lo mismo que Medellín. Desde hace 50 años y ahora. Si no lo hacemos nos quedamos sin carreteras como va a pasar con el Túnel del Toyo, esta vez por la irresponsabilidad del gobernador que prefiere el atraso del departamento.

Otra cosa: la semana pasada, el viernes 12 de febrero, se publicó en este diario una foto del señor presidente Juanpa saludando a una guerrillera del ELN con una venia al mejor estilo japonés, con toda la reverencia e inclinación como rindiéndole todos los honores y rendiciones. Me sorprendió, miré la fecha y era del año 2013. Me sorprendió porque, si hubiera sido en fecha reciente, debería estar arrodillado como lo hace ahora con las Farc.

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