¿Intereses del nuevo orden mundial o el santista detrás del proceso de paz?

“El capitalismo, actual ideología triunfadora, tiene el arma más poderosa de conquista: el dinero. La historia de la actual dominación fue perfectamente planificada desde hace mucho tiempo. Desde que Estados Unidos se proclamó independiente, fraternidades económicas mundiales se instalaron en ese país para tomar el control económico y de esta forma el político. Usando políticas de expansión, viejas “familias” poderosas de Europa expandieron a las nuevas tierras sus dominios. Sociedades secretas establecieron sus nuevos imperios, desde los cuales partirían sus estrategias financieras y políticas. Johannes Rockefeller inmigró a América y su descendiente, John D. Rockefeller, se convirtió en el líder del monopolio del petróleo. Con el tiempo, aliado a intereses europeos, promulgaron la creación de numerosas entidades mundiales. Su propósito: la instalación de su poder en todo el mundo para la conquista lenta y paulatina mediante la infiltración del poder económico. Ellos planificaron el establecimiento de varias organizaciones de poder internacional: la Reserva Federal, el Consejo de Relaciones Exteriores, la Comisión Trilateral, el Bilderberg Group y las mismas Naciones Unidas. El objetivo final: la creación de un Nuevo Orden Mundial.”

(William Cooper, ex-miembro de la Inteligencia Norteamericana -asesinado-. Extracto del informe sobre El Nuevo Orden Mundial).

Los aficionados a la teoría conspirativa de un Nuevo Orden Mundial seguramente serán tachados de ingenuos o inmaduros si se dejan influir por la versión de Hollywood. Pero si hacen la tarea de investigar algunos hilos del entramado, descubrirán que la ‘conspiración’ es real, que nos toca a los colombianitos, sin que nos demos cuenta, pero que no es lo que nos han presentado.

En una reunión del Club Bilderberg dijo David Rockefeller en junio de 1991:"Estamos muy agradecidos con el Washington Post, el New York Times, Time Magazine y otras grandes publicaciones cuyos directores han asistido a nuestras reuniones y han respetado sus promesas de discreción por casi cuarenta años. Habría sido imposible para nosotros desarrollar nuestro plan para el mundo si hubiéramos sido objeto de las luces brillantes de la publicidad durante esos años. Sin embargo, el trabajo es ahora mucho más sofisticado y debe ser preparado para marchar hacia un gobierno mundial. La soberanía supranacional de una élite de banqueros y del mundo intelectual es sin duda preferible a las decisiones nacionalistas automáticamente practicadas en siglos pasados."

En el capítulo 27,‘Un internacionalista orgulloso’ página 405 de sus ‘Memorias’, dice: "Por más de un siglo, los ideólogos en ambos extremos del espectro político han aprovechado incidentes bien publicitados, como mi encuentro con Castro para atacar a la familia Rockefeller debido a la excesiva influencia con la que manejan las instituciones políticas y económicas de América. Algunos incluso creen que somos parte de una conspiración secreta contra los mejores intereses de los Estados Unidos. Me caracterizan a mi familia y a mí como "internacionalistas" en conspiración con otros alrededor del mundo para construir una estructura política y económica global más integrada – un mundo, si se quiere. Si ese es el cargo, soy culpable, y estoy orgulloso de ello.” ¿Les suena familiar lo de ‘traidor a su clase’?

El representante Larry P. McDonald muerto el 1º de septiembre de 1983 en el vuelo 007 de Korean Airlines cuando volaba sobre espacio aéreo soviético (Nueva York – Seúl vía Anchorage) había dicho: “El propósito de los Rockefeller y sus aliados es crear una combinación de supercapitalismo o gobierno mundial con el comunismo bajo la misma carpa, todo bajo su control… ¿A qué me refiero, a una conspiración? Sí, lo creo. Estoy convencido de que es el ejemplo de una trama, de alcance internacional, con varias generaciones en su planeación, y muy mala en su intención.”

David Rockefeller al hablar en la cena de los Embajadores de las Naciones Unidas el 23 de Septiembre de 1994, dijo: "La presente ventana de oportunidad, durante la cual un orden mundial verdaderamente pacífico e interdependiente podría construirse, no estará abierta durante demasiado tiempo… Estamos al borde de una transformación global. Todo lo que necesitamos es la crisis adecuada, y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial."

Una confirmación de lo expuesto por Rockefeller la constituye el artículo de “The Economist” (Get Ready for the Phoenix: Economist; 01/9/88, Vol. 306, pp 9-10. Prepárate para el Fénix. El Economista; 01/9/88. Volumen 306, pags. 9-10 ) en donde se describe la necesidad de una moneda mundial debido a los problemas que presentan las diferentes economías y sus monedas, las tasas de cambio, los precios, etc. con la oposición obvia de las diferentes soberanías legislativas, políticas y económicas de los países.

La “pedagogía” para que los países acepten una única moneda, una sola administración de la economía mundial, un solo gobierno se plantea así: “Los gobiernos no están listos para subordinar sus objetivos nacionales con el propósito de lograr una estabilidad internacional. Se necesitarán varios trastornos más grandes del tipo de cambio, unas cuantas sacudidas del mercado de valores probablemente, uno o dos hundimientos (de la economía) antes de que los políticos estén dispuestos a hacerle frente a esa elección ineludible. Esto llevará a una confusa secuencia de emergencias seguidas de pañitos de agua tibia, con más emergencias, que se extenderán mucho más allá del 2018-excepto por dos cosas. A medida que pasa el tiempo y se vea el daño causado por la inestabilidad monetaria que va a ir aumentando; y debido a las tendencias mismas hará que ese incremento de problemas haga necesaria y posible la utopía de una unión monetaria.” La Unión Europea fue concebida como un experimento en ese escenario y dentro del plan que expone el artículo se le llamó “Zona de comodidad.”

En nuestro medio hizo eco del planteamiento de The Economist, Carlos Caballero Argáez en su columna “Europa en la encrucijada” (El Tiempo, 15 de junio de 2012) “Conversando hace algunos días con un banquero español de visita en Bogotá, decía que Europa tenía dos alternativas. Una, no hacer nada, y que sobreviniera el desastre. Es decir, el fin del euro como moneda única y, por tanto, de la que hemos conocido como la Unión Europea, el que fuera exitoso experimento de integración comercial y monetaria de 17 países europeos. Sería la opción del 'desastre'.

Y, otra, la de proceder a una mayor integración y convertir a Europa en un gran estado federal, con autoridades centrales de naturaleza tributaria y fiscal, supervisión bancaria única y un gran fondo de garantía de depósitos bancarios (al estilo del Fogafín en Colombia). En su opinión, lo sensato sería adoptar por esta segunda opción, pues el costo de la primera excedería, de lejos, cualquiera de sus beneficios.” (¿Ensayo de gobierno mundial? Pregunto.)

Otra de las metodologías para ir desmontando la soberanía de los países se expone en el artículo "El difícil camino hacia el Orden Mundial", publicado en la revista del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) en 1974 por Richard N. Gardner, para su contribución a la "búsqueda de una estructura mundial que asegura la paz, los avances de los derechos humanos proporcionando condiciones para el progreso económico". (Richard N. Gardner, “The Hard Road to World Order”, Foreign Affairs, April 1974, p.556.) Gardner había encontrado una "forma de evadir la soberanía nacional, erosionándola pieza por pieza." Para ese "enfoque funcional del orden mundial", Gardner explicaba que implicaría "inventaron adaptar instituciones de jurisdicción limitada y de miembros seleccionados para hacer frente a los problemas específicos sobre una base de caso por caso. “El anterior es el escenario del Nuevo Orden Mundial frente al cual comparamos algunas cosillas de nuestro paisaje doméstico. ¿Cuál es el truco conceptual para este planteamiento?

El invento neomarxista de la teoría del funcionalismo en las relaciones internacionales. Los funcionalistas se centran en los intereses comunes y necesidades compartidas por los estados y actores no estatales en un proceso de integración mundial provocado por la erosión de la soberanía del Estado. Uno de los argumentos es la corrupción que socava al estado, hábil y políticamente manejado por las Farc contra el gobierno y practicada como forma de lucha; (en las páginas 71-74 de “FARC – el país que proponemos construir” Ed. Oveja Negra, 2001, se despachan al respecto) y el peso creciente del conocimiento y, por lo tanto, el de científicos y expertos en el proceso de toma de decisiones sociales, desmontando así las competencias institucionales de algunos organismos del estado. (El abogado español comunista Enrique Santiago Romero y otros)

En nuestro caso, la visión funcionalista de la paz se construiría mediante una forma de autoridad basada en la función y necesidad social por encima de la autoridad de la justicia y lo que ello representa para la conformación del Estado, el cual sería remplazado, si no por organismos o funcionarios internacionales, al menos por propuestas que podrían satisfacer las necesidades humanas y políticas del grupo terrorista, léase, impunidad. Los beneficios prestados por las agencias funcionales atraerían la lealtad de organizaciones similares estimulando la participación de grupos ilegales en reclamo de beneficios, o de poblaciones en busca de tranquilidad, creando así una integración de presión alrededor de una supuesta paz. Ese será el postconflicto.

La propuesta de Gardner, miembro del CFR, es la puesta en práctica de la erosión de la soberanía nacional al ver lo que sucede con la estructura y las funciones propuestas para la JURISDICCIÓN ESPECIAL DE PAZ; un desmonte disimulado de nuestra soberanía jurídica y judicial para favorecer a las FARC, como imprevisto participante del Nuevo Orden Mundial, limpiando sus credenciales para un negocio global, con la excusa de buscar la paz.

En ese escenario ¿En qué favorecerían las Farc al Nuevo Orden Mundial como resultado del funcionalismo? Las claves iniciales se dieron cuando Richard Grasso, Presidente de la Bolsa de Valores de Nueva York se entrevistó con Raúl Reyes en El Caguán para invitarlo a invertir en Wall Street. O cuando Putin le dijo a Obama que el sistema financiero internacional necesitaba la plata del narcotráfico para sostenerse; o cuando se anuncia que el producido de la mafia se debe incluir en el cálculo del PIB europeo; es decir, camino alfombrado para el crimen organizado.

En el 2009, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito informó que miles de millones de dólares en dinero de la droga salvaron a los principales bancos durante la crisis financiera suministrando la capacidad de liquidez que tanto se necesitaba. Antonio María Costa, director de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito dijo que el dinero de la droga era "el único capital de inversión líquido" disponible para los bancos que estaban al borde del colapso. Se suministraron aproximadamente$325 mil millones de dólares en dinero de la droga que fue absorbido por el sistema financiero. Sin identificar países o bancos específicos, Costa señaló que "los préstamos interbancarios fueron financiados por el dinero que se originó en el tráfico de drogas y otras actividades ilegales.” (The Global Banking ‘Super-Entity’ Drug Cartel: The “Free Marquet” of Fínance Capital – El mercado libre de capitales financieros como la ‘Súper entidad’ del sistema bancario global para los carteles de la droga por Andrew Gavin Marshall)

Así, la vieja metodología comunista de crear el problema para controlar la reacción o solución nos lleva al escenario provechoso para ellos de des institucionalizar la justicia doméstica para abrirle la puerta a ciertos intereses propios con impacto internacional. No entendemos cómo Santos se ha negado a que la CPI tenga injerencia en los diálogos habaneros, pero ahora sí quiere veeduría internacional para el caso de Santiago Uribe. ¿Por qué será? Una buena caja de resonancia para la prensa internacional, supongo, mientras se funge la ‘vigilancia’ del proceso. Era la metodología recomendada por Richard Gardner para desbaratar la soberanía. ¿Para qué? Bueno…los diferentes aspectos de la soberanía de las naciones no van con un Nuevo Orden Mundial.

EL NUEVO ORDEN SANTISTA. Se ha dicho que Juan Manuel Santos es comunista y él, desde luego, se ríe. La clave está en su amistad con Tony Blair y su membresía de la Fabian Society, un grupo de socialistas elitistas, como lo describe Rockefeller, que buscan un domino mundial de manera suave, sin las armas. La lucha entre capitalismo y comunismo, que no existe para la élite mundial que los maneja, se convierte entonces en una ‘operación’ de metodologías para crear un colectivismo mental al servicio de una supra élite globalista. Para eso no se necesitan naciones estados, sino funciones globales. El terrorismo es el tonto útil que destruye naciones que entran a formar parte de funciones dependientes de intereses globales. Por otra parte, se promueve el colectivismo mental que se traduce en una religión global, humanista, sin Dios (¿Por qué creen que se intentó asesinar a Juan Pablo II, conocedor y opositor de ese malévolo plan?); en una sociedad del entretenimiento sin valores; en una ciencia y tecnología sin corazón; en medios de comunicación y educación que suprimen el pensamiento crítico.

La exposición autorizada del más grande lavado de cerebro que jamás haya existido en el transcurso de la historia para moldear el declive moral, cultural, político y económico de EE UU y de la sociedad occidental fue revelado por el Dr. John Coleman en su libro “El Instituto Tavistock de Relaciones Humanas” institución que se localiza en Londres, en la Universidad de Sussex. Por otra parte el proceso de paz habanero está llamado al fracaso, no por el papel de la oposición, sino porque si existe un modelo de negociaciones de paz basado en conflictos de naturaleza distinta al tema colombiano, no hay conciencia de las diferencias, dificultades y acciones necesarias para implementar ese modelo desconocido. Solamente se sabe que hay diálogos, cuando una rápida consulta a un artículo de Wikipedia (Peace Psychology) podría dar una idea objetiva del porqué de los tantos problemas. Por otra parte, la ‘mermelada’ y el lavado de cerebro mediático, son recomendaciones del Instituto Tavistock.

Mientras tanto el dinero, medio de control nacional e internacional, se canaliza hacia pocas manos que deciden sobre paz, religión, entretenimiento, política, economía, comunicación, educación: la estructura funcional perfecta para llevar al mundo o a un país de una manera controlable, por el camino bueno o equivocado. El problema es que esa élite no sabe de paz, sino de poder.

EL LAVADO DE CEREBRO COLOMBIANO A TRAVÉS DE LOS MEDIOS. ¿Por qué es necesario? Porque no hay otra forma de enfrentar la REACCIÓN DE RECHAZO AL ESCENARIO DEL PODER ABUSADOR EXPLÍCITO de las Farc y el gobierno. En ese escenario hablan o actúan sobre los asuntos morales o políticos más sensibles sin la menor falta de delicadeza (Tweeter de la Ministra de educación; los insultos de Santos hacia Uribe; el Quizá, Quizá de Santrich, etc.) en términos cotidianos; las más horribles alternativas se llevan a cabo con desparpajo (encarcelar a Santiago Uribe; persecución de Arias y Restrepo; neutralización de columnistas opositores); las Farc le maman gallo al país y a Santos; piden impunidad sin ruborizarse; amenazan con la hipocresía pedagógica; se ufanan de su llegada al congreso para mandar. Al no poder negar lo que está frente a los ojos de todos, es muy fácil caer en la POLÍTICA DEL ODIO O EL MIEDO para intentar someter por el CANSANCIO, LA INDIFERENCIA O LA RESIGNACIÓN para seguir cometiendo injusticias amparadas o compartidas con el gobierno.

En el escenario internacional vemos LA CEGUERA DEL PODER en Donald Trump practicando esa política con el cansancio de los norteamericanos por lo que propone con desfachatez sus muros segregacionistas, amenazas, insultos a los mejicanos, etc., a pesar de las lecciones enseñadas por la historia; y los republicanos saben que por ello perderán la presidencia. En nuestro drama doméstico ¿Tienen Santos y las Farc miedo de que no se firme un tratado porque son conscientes de sus propias fallas por lo que no triunfaría el plebiscito? Ese estado mental generalmente lleva a decisiones muy estúpidas de responsables y colaboradores, como lo ha sido el Fiscal a quien alguien le mandó callar su desmedido protagonismo. En este caso, con la persecución de Santiago para presionar a Álvaro Uribe, ha hecho surgir nuevamente la polarización que se había ido atenuando, como parte del control mental inducido mediante propaganda mediática; es decir, que esa plática se perdió.

Una de las leyes romanas ilustra para la historia el manejo del poder; decía: “Golpea al pastor para que se dispersen las ovejas.” Pero hay otra, más selectiva, que a nuestro mandatario no se la enseñaron en los pasillos de El Tiempo: “Asegúrate de no golpear al pastor equivocado.”Eso hizo Pilatos con Jesús. En nuestra historia reciente la élite de la época supuestamente lo aprendió con Gaitán, pero no por completo; se fueron al Gunn Club a tomar whiskey y armar el Frente Nacional que institucionalizó la mermelada burocrática. ¿Es la repartición ahora con las Farc? ¿Capisci signore Santos?

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar