En Venezuela el salario es una miseria

El nuevo salario decretado por Nicolás Maduro, con motivo del día del trabajador de Bs. 15.051 mensuales, es una miseria que se reduce a 15 dólares en el mercado paralelo, no se puede vivir con este sueldo que no alcanza para pagar el alimento, vestido, transporte, escuela, liceo, Universidad, alquiler, servicios públicos y medicina. La crisis económica en Venezuela golpea brutalmente a quien vive dignamente de un trabajo honesto, todo está paralizado, no hay producción y los empleados públicos trabajan 2 días a la semana y descansan 5, el comercio y la Industria naufragan a merced de las desacertadas políticas económicas y por la elevada inflación las pensiones y jubilaciones se reducen a nada.

Después del primero de mayo, cuando el presidente anunció con bombos y platillos el aumento del sueldo, que viene a representar un ingreso diario de Bs. 500, observamos que esta miserable remuneración, no alcanza ni para comprar una sola hamburguesa, ni medio kilo de queso o pollo, solo alcanza para dos empanadas diarias, mientras el costo de la canasta alimentaria familiar de un mes, según el "Centro de Documentación y Análisis Social" (CENDAS), está por el orden de Bs. 176.975,45. Por lo tanto para poder cubrirlo se requieren por lo menos 12 salarios mínimos, es decir una familia deberá trabajar un año para comprar el consumo de treinta días.

Para quienes vivimos en la frontera con Colombia, el nuevo salario en Venezuela, solo equivale a 43.500 pesos mensuales y el gobierno se ufana porque los salarios y el ticket de alimentación lo aumentaron en un año en 105%, pero no informa que la inflación en el mismo periodo aumento en 275%, lo que destruye el poder adquisitivo del nuevo salario, por lo tanto para comprar hoy en Venezuela un par de zapatos y un pantalón se requiere de cinco meses de trabajo, para comprar una nevera o una cocina 10 meses de trabajo, para comprar un carro nuevo o usado 10 años de trabajo y si quiere comprar una casa, requiere de 120 años de trabajo.

La crisis ocasionada por el socialismo del siglo XXI, es de tal magnitud que estimula el delito, son los mismos funcionarios del gobierno quienes para sobrevivir, permiten, alientan, cobran y se enriquecen con el bachaqueo, la especulación, el contrabando y la matraca, ellos dicen estar construyendo una nueva sociedad sobre las bases de justicia y prosperidad, pero se niegan a reconocer sus errores, la verdad es que la supuesta revolución del amor a los pobres, en vez de sacar al pueblo de la pobreza, terminó hundiéndonos a todos en ella, por lo tanto si persisten en obstaculizar una salida democrática a la crisis, en el porvenir de Venezuela se avizoran enfrentamientos de incontenibles proporciones.

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