No es la guerra la que ha ‘fallado’; es la lógica, estúpido

El fracaso de la civilización moderna se debe, en parte, a una lógica defectuosa. M.K. Bradby

Toda guerra es un asunto de lógica. Hitler perdió la suya, gracias a Dios, debido a errores de pensamiento que dictaron estrategias inadecuadas. La Escuela de Leyes de Harvard se dio cuenta, a tiempo, de que los mejores prospectos estudiantiles que llegaban a sus aulas… NO SABÍAN PENSAR, aunque eran muy inteligentes. Eso dio origen a un incunable HACIA UN PENSAMIENTO EFICAZ, Editorial Troquel, 1969, que recomendaría para cultivar esa extraña habilidad del pensamiento crítico, fundamentado y probado, que es el mejor antídoto contra la violencia política, las malas decisiones, pues una persona instruida debería saber cuándo una cosa está demostrada y cuándo no; cómo investigar y analizar el planteamiento que enfrenta y buscar las soluciones; cómo referirse eficazmente al tema ante las demás personas y cómo contribuir a una discusión de problemas de interés común.

Parto de la premisa que el narcotráfico es un buen negocio económico, pero un mal negocio personal. Como el dinero es algo que la persona quiere disfrutar tiene que dilucidar el engaño de ‘invertir’ en la ruina de su vida. El narco piensa que al no consumir la droga que vende, al corromper y amenazar, no será alcanzado por sus malas consecuencias. Es un pensamiento mágico que al final le pasará cuenta de cobro por la falta de lógica.

En ese sentido en la guerra contra las drogas, la edición de El Tiempo del domingo 24 de abril de 2016 es de antología, pues representa una muestra espontánea de un modo de pensar muy peculiar, sobre todo si consideramos la definición de lógica que da la filosofía como método o razonamiento en el que las ideas o la sucesión de los hechos se manifiestan o se desarrollan de forma coherente, y sin que haya contradicciones entre ellas, de tal forma que podemos decir que son de sentido común.

En el despliegue publicitario del libro de Enrique Serrano López “Colombia es una nación de vocación mediocre” dice el autor “Colombia no está fracasando, pero corre el riesgo de hacerlo si se da el lujo de desconocerse.” Pretendo contribuir en algo a ese conocimiento develando un poco un defectuoso modo de pensar que nos puede llevar al fracaso.

Atribuye el autor un error de actitud para enfrentar la realidad conocido como ‘pasar de agache’ para no pisarnos las mangueras. En psicología eso se llama no asumir, un error de actitud. Un ejemplo lo vemos en la noticia “Las cinco pistas sobre la fortuna de las Farc” en la que el Presidente, al no sentirse confiado ni dueño de una situación, pues le teme que algo derive en una escenario más grave con las Farc, y al no querer ‘dar papaya’ para un debate infructuoso en la mesa de negociaciones, lo llevó a indagar bajo las piedras cuál había sido la fuente de The Economist. Eso fue lo que tuvo que confrontar “Luis Edmundo Suárez, director de la Unidad de Análisis Financiero (Uiaf), (cuando) le admitió al Presidente que él (había sido) la fuente que habló con el semanario. Admitir su honestidad le costó el puesto. ¿Cuál fue la ‘lógica’ utilizada por Suárez? Tener una reunión informal con la corresponsal de The Economist, confiar en la honestidad de su intención, e informarle lo que sabía. ¿Cuál fue la lógica de Santos? Ofenderse porque la información pública de la fortuna de las Farc era una papa caliente en el ambiente de consideraciones con los terroristas. Sin embargo esa información es moneda corriente entre organismos del Estado, el Fiscal (e) Jorge Fernando Perdomo quien afirma que “las Farc sí tienen plata en el exterior,” y el gobierno de EE. UU. Esa incoherencia o pensamiento defectuoso de ‘castigar’ por admitir que hay indicios, cuando, además no hay una política de Seguridad Nacional que proteja la información delictiva sobre las Farc nos lleva a tomar decisiones equivocadas que minan la confiabilidad del estado.

En cuanto a la “Estrategia antidrogas gira su mira de cultivos a laboratorios” observamos otra vez las excusas que se tienen que inventar cuando la lógica es defectuosa. Si el pensamiento competente ha dado lugar a incomparables mejoras en el valor y la seguridad de la vida, lo que es cierto tanto para el individuo como para la comunidad, la nación y las relaciones internacionales, de la misma forma el pensamiento incorrecto y/o deshonesto, nos ha llevado muchas veces al desastre en el curso de nuestra historia económica, social, política y militar. Igual ocurre con las drogas. Con el pensamiento incorrecto todos los campos son afectados, desde la crianza de los niños hasta la aspiración por el amor soñado.

En la estrategia contra las drogas identificamos varios escenarios que requieren el conocimiento de que existen ‘lógicas’ diferentes involucradas en el proceso y que la manipulación consiste en intercambiar escenarios y lógicas.

Veamos, los escenarios de la droga son: 0. Sembrado, 1. cultivo, 2. producción, 3. distribución, 4. mercadeo, 5. aspecto policivo y legal, 6. vertiente política, 7. salud pública, 8. manejo financiero, 9. el mundo ético y moral 10. El manejo mediático y una invitada de prestigio y autoridad ‘la pedagogía’ para la opinión pública, ajena a todo el proceso. Lo anterior representa una ‘secuencia lógica’ que todos conocemos a la que de manera conveniente se llama ‘lucha antidrogas’ como una generalización, ajena y supuestamente independiente de las mismas leyes que rigen otros procesos. De vez en cuando algún político lanza voladores desde cualquiera de esos escenarios, llamando la atención sobre el tema general.

Las Farc, el ELN, las Bacrim y el crimen organizado sí tienen clara la secuencia. Defienden a muerte ‘el punto cero’ (dominio de la tierra y la región con amedrentamiento del campesino, minas antipersonal, francotiradores, la presión de la comunidad, corrupción) porque de ahí depende el resto de la secuencia; y el estado admite su debilidad en el inicio de la cadena. Ahora bien, en lógica el fundamento de una ecuación ‘no se puede descuidar’; funciona o no funciona; es verdad o mentira. Para decirlo en lenguaje simple, el éxito de la lucha consiste en “Cero mata de coca en Colombia,” así como la lucha contra la viruela se estableció con ‘cero foco de infección’ vacunando todos los niños.

La fórmula elemental, de nivel de bachillerato, en términos matemáticos sería: Éxito = Cero mata de coca, en la que los miembros o datos conocidos de la ecuación, arriba mencionados como escenarios, y las incógnitas o individuos corruptos dueños y manejadores del negocio, pueden ser establecidos o conocidos, mediante procedimientos similares al de solución de ecuaciones. Una ecuación sobre’ la lucha contra las drogas’ sería manejada por un CEREBRO cuyas leyes y protocolos de conducta y negocios criminales de todos los campos se coordinaría por un equipo mundial porque el problema es mundial; no se soluciona con pronunciamientos, pareceres o acuerdos políticos. Sin embargo, como la droga y el crimen organizado son un arma psico-biológica que al afectar la estructura familiar y social, afecta la estabilidad de los estados, seguramente requerirá del planteamiento de fórmulas matemáticas más complejas como la utilizada en la teoría de los juegos. Un buen intento lo constituye el estudio MBA 211 Game Theory – Final Project on the Mexican Drug Cartel war MBA 211 TEORÍA DE JUEGO FINAL DEL PROYECTO: La guerra de los carteles mejicanos de la droga) que suministra una nueva visión o precisión lógica sobre el problema.

Cuando usted va a consignar la plata de la nómina al banco cerca del Bronx, usted tiene un problema de manejo del miedo y de seguridad; a su vez, el Estado tiene un reto de manejo técnico de su seguridad. Si resuelve el problema técnico, su miedo desaparece, lo que no se hace con un discurso humanitario ante la ONU, por muy bonito que sea, pues el tráfico y consumo de drogas, es un problema de seguridad estatal. Ahora bien, si no nos gustan las matemáticas, valdría la pena que leyéramos “Cómo la revolución maoísta acabó con la drogadicción en China.”

Dijimos que la manipulación de la lucha contra la drogas consiste en el uso de una lógica inadecuada en el escenario conveniente para llegar al éxito de los dueños reales del negocio cuya fórmula sería. Éxito = Legalización y legislación política flexible = Lavado = Flujo de capitales líquidos. El escenario claro de esa lucha por confundir los diferentes componentes de una ecuación social, quedó plasmado en la entrevista de María Isabel Rueda a Iván Cepeda en la que observamos:

1. Cortina de humo sobre el tema principal manejada por Iván Cepeda: “La paz tiene enemigos armados (paramilitares) y desarmados (oposición)”
2. Desenmascaramiento de la falacia por parte de MIR: “¿Por qué el empeño de llamar paramilitares a las ‘bacrim?” Se le pregunta por una razón y da una descripción, evade.
3. MIR sigue con el razonamiento probable sobre el tema: ¿Cómo distinguir bacrim de paras? Arriba vimos que el ‘punto cero’, los intereses comunes entre Farc, bacrim, paramilitares y aliados, (tierra y cultivos ilegales) va a requerir, en su defensa, los mismos procedimientos delictivos sin distingo de personas. Cepeda describe lo que pasa con los asesinatos de defensores de derechos humanos, pero no la causa. Que se la adjudica al supuesto e inexistente contendor de las Farc, los paramilitares. Falsa inferencia.
4. Cepeda trata de confundir el escenario criminal actual en donde el narcotráfico es el agente central con el escenario político de hace 30 años y la UP. MIR lo desenmascara.
5. Cepeda habla de tierras despojadas, pero ignora los éxitos actuales de reclamantes, la negación de derechos a avivatos, las falencias legales, las dificultades de ‘la buena fe’ del comprador.
6. Ante la pregunta sobre la fortuna de las Farc, se hace el bobo, ignorando o desconociendo la renuncia del director Uiaf.

Frente al escenario político anterior el estudio basado en el uso de la teoría de los juegos para entender y neutralizar el negocio sería una nueva lógica, más pragmática y clara que permitiría tomar decisiones exitosas, debido a que se eliminaría el ‘ruido’ político. Doy un ejemplo de lo que se estudia matemáticamente en una de las ecuaciones. Si el 40% de los sobornos de los narcos a la gente de bien se basa en “plata o plomo” lo cual, en gran medida condiciona un gran porcentaje de las utilidades ¿qué pasaría si tal ofrecimiento de ‘negocio’ fuera neutralizado con la pena de muerte para los responsables directos o indirectos de esa sentencia? La cosa es drástica, pero efectiva. La cultura defensiva de una posible grabación de la amenaza bastaría para disuadir. En este esquema los diferentes factores del negocio son ‘monetizados’ y medidos porcentualmente como contribuyentes al producido final. Ejemplo: ¿Cómo contribuye a la fortaleza social del negocio y por lo tanto al producido económico un narco corrido? ¿O la estructura de familias del mismo? Son factores sociales que no se han evaluado y que contribuyen al éxito del crimen organizado.

Con esta falta de conocimiento sobre el tema, confusión, desinformación y corrupción que nos agobia, no nos resta sino recomendar la meditación política permanente de lo que decía el historiador y crítico escocés, Thomas Carlyle: “El hombre pensante es el peor enemigo que puede tener el Príncipe de las Tinieblas.” ¿Entendemos ahora quién inspira el calificar como ‘enemigos de la paz’ a los que aborrecen la impunidad y la injusticia? En un principio el Príncipe de las Tinieblas hizo un mal cálculo y perdió. Esa es la lógica de perdedor con la que la sociedad debe disuadir a los narcotraficantes, miembros del crimen organizado y la guerrilla, y no la de los ‘chachos’ triunfadores como son mostrados en los medios y ciertas películas.

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