Socialismo del siglo XXI divide al sindicalismo en latinoamerica

El engendro marxista que en Latinoamérica se expresa a través del bodrio del socialismo del siglo XXI, siguiendo los lineamientos del leninismo, quiere tomar al movimiento sindical de la región como correa de transmisión de los gobiernos denominados “progresistas o alternativos” por ello en el tercer congreso de la CSA (confederación sindical de trabajadores de las Américas) realizado por estos días en Sao Pablo- Brasil, se apoyo al gobierno corrupto e inepto de Dilma Rousseff lo que provoco el retiro de más de 100 delegados de 12 centrales sindicales nacionales, a lo anterior se agregan los problemas administrativos de la CSA que en 8 años desde que fue creada, no ha cumplido con una agenda más democrática y participativa, la cual debe de ser la columna vertebral de la acción del movimiento de los trabajadores.

Los dirigentes de la CSA, dicen contar con 60 millones de afiliados en el continente, pero sus fuerzas se ven reducidas notablemente con el retiro del congreso el 27 de abril de doce centrales obreras, encabezadas por la CGT (confederación general del trabajo) de Colombia, que fue acompañada por la CTM y la CROC de México, la CTV de Venezuela, CAT de Chile, CSE de Ecuador, CGTC de Curazao, CGTP de Panamá, CATP del Perú, CNT de Paraguay, FTA de Aruba y Fuerza Sindica de Brasil, demostrándose que el neomarxismo es un disolvente porque quiere que el sindicalismo sea un lacayo de los partidos y gobiernos del socialismo del siglo XXI, por ello hay que destacar la actitud hiniesta del sindicalismo libre encabezado por Julio Roberto Gómez presidente de la CGT.

Así que la división que se presenta en el sindicalismo Latinoamericano y del Caribe, es exclusiva responsabilidad del castrocomunismo, que quiere que gobiernos como el de Maduro en Venezuela que ha perseguido con saña al sindicalismo democrático o Rafael Correa en el Ecuador que le ha negado el derecho a la negociación colectiva a los trabajadores públicos, sean respaldados por el movimiento sindical sin chistar, como si dichos regímenes tuvieran una especie de señalamiento divino o representaran a los trabajadores, lo cual es una gran mentira ya que el comunismo totalitario por su oportunismo, utiliza a las organizaciones sociales de manera burda para tomarse o defender el poder político, sin importarle los sufrimientos de las masas trabajadoras.

La debacle del socialismo del siglo XXl en Latinoamérica se manifiesta también en el sindicalismo, ya que las posiciones ambiguas y complacientes con los regímenes neocomunistas empiezan a superarse como se observo en el tercer congreso de la CSA, pues es patético el fracaso de los gobiernos en Venezuela, Brasil, Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia, de ahí que es muy probable que la Corriente Alternativa Democrática, como se denomina a las centrales sindicales que se retiraron del congreso de la CSA en Sao Pablo, se constituyan en una nueva central de trabajadores en el continente, sin embargo para que el sindicalismo democrático se fortalezca aun mas en la región, hay que hacerle un llamado a los dirigentes nacionales que están siendo engañados, para retomar el camino democrático y pluralista que caracteriza de manera diáfana y elocuente al movimiento obrero.

El marxismo con sus métodos abyectos busca la burocracia del estado de manera vitalicia, aplastando a los pueblos, y por ello no le importa usar como herramientas a los sindicatos para sus aviesos planes, porque el comunismo totalitario no le interesa para nada la opinión de los demás y si para alcanzar el poder tiene que usar la violencia lo hace, como ha sucedido en Colombia durante 52 años que ha tenido que aguantar el accionar terrorista de las Farc y el Eln, o si tiene que comprar con dinero o canonjías las conciencias de los dirigentes no le pone miramientos, pues no hay que olvidar que Hugo Chávez en Venezuela coopto a dirigentes sindicales, sociales y políticos que nunca habían militado en el comunismo. Además si a los marxistas les toca comprar los votos en las elecciones también lo hacen ya que la “democracia burguesa” es solo un medio para sus objetivos torvos.

La emancipación de América Latina del Socialismo del Socialismo XXl ha comenzado, por ello denunciar al foro de Sao Pablo que fue una creación perversa de Fidel Castro y Lula Da Silva en 1990, es de vital importancia para la lucha por la libertad como condición suprema de la humanidad. Entonces al sindicalismo libre y democrático, le corresponde convertirse en un torrente de convocatoria para aislar al totalitarismo y ganar a los sectores más amplios dentro de las organizaciones sindicales, por eso cabe destacar que la Corriente Alternativa Democrática que se acaba de crear, es la opción real y factible para contribuir de una manera denodada a liberarnos del castrocomunismo.

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