Fácil el posconflicto

Se ha hablado mucho del posconflicto cuando se le entregue el país a la subversión como quieren Juanpa (como le gusta que le digamos) y sus enmermelados adeptos. Se habla del costo para sostener a los guerrilleros desmovilizados, se informa que son $1.800.000 mensuales para cada uno, el Gobierno afirma que no sería tanto. La reubicación de los exguerrilleros se vuelve un problema; que son unos 7.000 subversivos los que se acogerán al acuerdo de paz.

He pensado que si se les va a entregar el país a los guerrilleros, como se pretende, el problema no es tan grave si se tienen en cuenta a quienes apoyan la entrega del país a tan importantes personajes.
Se les va a llevar al Congreso sin someterse al voto popular, un regalo para que, desde allí, junto con las mayorías enmermeladas, promulguen las leyes para el futuro del país. Las leyes económicas, las tributarias, las normas que rigen el Banco de la República y la banca en general, la ley de tierras, las de información, televisión, radio y prensa, la reforma agraria. En resumen, que señalen el futuro del país.

Voy a proponer, entonces, que se adelante lo que va a suceder en ese futuro de entrega si no logramos evitar que tal cosa suceda.

Para el caso de los guerrilleros rasos, los que se pretende que se financien por años sin hacer absolutamente nada, tengo la solución: en Colombia hay toda clase de industria: grandes, pequeñas y medianas que tienen como su representante al presidente de la Andi, tan amigo de la entrega a los subversivos. Entiendo, entonces, que el doctor Bruce Mac Master estará complacido en ayudarle a su presidente Juanpa (como le gusta que le digamos) para que pueda resolver lo que se debe hacer con ese grupo de subversivos. No sé cuántas empresas industriales habrá en Colombia, pero supongo que alcanzarán para que en cada una se reciban dos o más guerrilleros para que trabajen en ellas con el apoyo del presidente de los industriales. Solucionado ese punto.

Hay otros sectores amigos de la entrega que también podrán ayudar a abrirles las puertas a algunos de los jefes de la subversión. Para el Banco de la República está el banquero Ricardo Palmera, alias Simón Trinidad, que por ahora está en una cárcel de los Estados Unidos, pero pretenden que lo dejen en libertad. Este puede cumplir una importante función en el banco emisor.
Hay un ingeniero de petróleos entre los jefes, graduado en Moscú, con el alias de Pedro Aldana, que puede cumplir una misión importante en Ecopetrol y, entre otras cosas, puede evitar que sigan las voladuras a los oleoductos y las ocupaciones a los centros de producción.

Para la prensa enmermelada, en concreto para El Tiempo, tan amigo de la entrega de los colombianos a la subversión, está un escritor dentro de la guerrilla que tiene el abusivo alias de un gran antioqueño a quien admiré y quise mucho, Gabriel Ángel. Así solucionamos el problema en buena parte. Y otros como el llamado el “cantor” para el ministerio de la Cultura y el “médico” para una clínica de maternidad.

En definitiva, es mejor votar por el no en el plebiscito..

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