Amigo de la paz

Opino como ignorante y como no lector del mamotreto de 297 páginas, como nos calificó a los votantes por el No el excelentísimo señor presidente de la República de Colombia Juan Manuel Santos Calderón (como merece decirle a un ganador del premio Nobel de la Paz).

Me parece que teníamos toda la razón esos ignorantes. Cómo será el acuerdo fallido que el senador Roy Barreras opinó que de trece observaciones que el presidente Uribe les hizo a los puntos del acuerdo, diez se pueden modificar. Quiere decir esto que votó por un mamotreto con el que estaba de acuerdo en un veinte por ciento, lo demás no le gustaba y se debía modificar. Estaba más cercano de nosotros, los ignorantes, que del documento propuesto.

Lo que se pedía, desde el principio, era que se debían revisar unos puntos. Por ejemplo: que no fuera modificada la Constitución Política de Colombia por medio de un acuerdo entre un grupo por fuera de la ley y unos comisionados del Gobierno. Que no fuera una nueva Constitución eterna, inmodificable, intocable. Que se respetara la propiedad privada. Que se sancionaran los crímenes de lesa humanidad así fuera con penas alternativas, pero que haya alguna sanción. Se pedía también que no se les regalaran curules en el Congreso sin someterse a votación popular. Se decía que para que el campo fuera realmente productivo se necesita la inversión privada y no abandonar a los campesinos a su propia suerte. Que a los guerrilleros no comprometidos en crímenes atroces, de lesa humanidad, se les dieran oportunidades de trabajo remunerado. En fin, lo que se pedía era racionalizar los acuerdos. Por eso votamos no y por eso pedimos que se modifiquen esos puntos con los que está de acuerdo Roy Barreras y se revisen los demás para ver si son susceptibles de modificación.

También sería bueno que en la redacción del documento participara alguna persona que sepa hacerlo de manera entendible, sin someterse a la tal ideología de género que procura hacer las cosas incomprensibles para que la gente vote sin entenderlo o no lea el documento por aburrimiento intelectual, como lo lograron con el mamotreto propuesto.

En todo caso ganó el No, desapareció el acuerdo propuesto como lo dijo Humberto de la Calle Lombana si llegare a ganar el no, como ocurrió, y esa fue la decisión del constituyente primario.

Bastantes injurias nos hemos tenido que aguantar los votantes por el No. Hasta amenazas de muerte a los antioqueños que salvamos al país de quedar en manos de los terroristas, narcotraficantes y subversivos. “Los debían matar a todos” los antioqueños, dice uno de los correos de los que predican el sí por la paz. Esa es la misma paz que ha predicado la guerrilla. Con ese pensamiento es con el que nos han querido aislar del país y del mundo, ese es el centralismo que tanto daño nos ha hecho y le ha causado tanto atraso al país entero. La paz no se hace con la prédica del delito ni con la amenaza de muerte. La paz que queremos es la paz de verdad y no la que querían los votantes por el sí.

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