Me volví trumpista

No me gustaba Trump para la presidencia de los Estados Unidos de América. Me parecía pendenciero, amenazador, demasiado y peligrosamente nacionalista. Pero leí en la revistaSemana del 21 de enero de este año el artículo de María Jimena Dusán titulado “Lo que se nos viene” y cambié, ahora soy trumpista.

Cambié, porque María Jimena compara al nuevo presidente gringo con Álvaro Uribe Vélez, aunque con algunas exageraciones como decir que el presidente (ese sí presidente) Uribe era populista. Nada más alejado de la realidad y más, si se compara con el actual Juanpa -como le gusta que le digamos-. En lugar de ser populista, es realista, patriota completo, leal, claro, honesto, sin tapujos ni triquiñuelas, siempre de frente y sin cartas bajo la manga.

Me volví trumpista con la esperanza de que, si piensa como Uribe, nos ayude para volver a fumigar con glifosato los cultivos ilícitos que se han multiplicado por cuatro en este desgobierno. Si nos ayuda a bombardear los campamentos que están para cuidar esos cultivos ilícitos, si nos ayuda a combatir la corrupción que nos ahoga, si nos ayuda con elementos para el control de las carreteras y poder viajar tranquilos por ellas como en la época de Uribe, seguiré siendo trumpista.

Si el presidente Trump nos ayuda para que en Colombia se vuelva a respetar la Constitución violada tantas veces, seré trumpista. Si con su ayuda se puede volver a los tres poderes independientes y no manejados por un presidente inepto, seré trumpista. Si el nuevo presidente de USA combate la entrada de drogas ilícitas a su país, seré más Trumpista. Si combate el terrorismo en todas sus manifestaciones, como lo ha prometido y como lo hizo Uribe, yo seré aún más trumpista.

Dice la tan leída escritora en Semana que Uribe introdujo el populismo en Colombia, nada más falso. Tal vez su pecado fue confiar demasiado en quien lo siguió con promesas falsas (le firmo en piedra o en mármol si quiere, que no haré reformas tributarias), populistas fueron las promesas que no cumplió y, aún más, mentirosas como le gusta y practica con suficiente autoridad de jugador. Populismo es cambiar votos por obras para ganarse al pueblo con ofertas que no cumplirá.

Populismo: “Tendencia política que pretende atraerse a las clases populares”, lo define el diccionario de la Real Academia Española. Tan parecido a Santos, más bien hubieran puesto su foto para una buena definición.

Dice la periodista que Uribe permitió los falsos positivos, pero le faltó decir que el ministro era Juanpa (como le gusta que le digamos). Desconoce los triunfos en la lucha contra las Farc en la que su ministro de Defensa se ganó todos los méritos sin querer ni estar de acuerdo con esa lucha. Los años y su actitud se han encargado de mostrarnos esa realidad.

Otra cosa: en mi columna anterior cometí el error de hablar del Bosque Tropical Seco generalizando. Recibí todas las críticas, improperios e insultos de los doctos en estos temas. Me refería al chamicero de las laderas a ambos lados del río Cauca, que no capturan el CO2, que no producen nada y que, si se inundan y se riega la parte alta, es más lo que se gana para el medio ambiente que lo que se pierde.

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