Gatos en la cárcel y ratones en el gobierno

Sincelejo es un Municipio, capital del Departamento de Sucre, en su cárcel guardan 700 felinos que conviven con los reclusos, quienes sufren enfermedades producidas por la presencia de tanto gato, y no tienen areneras para controlar el problema de las heces fecales, que se encuentran dispersas por toda la prisión. Mientras esto sucede en el penal, un informe desde el gobierno de Juan Manuel Santos, señala que este ha gastado a su antojo en publicidad y eventos cerca de 6 billones de pesos, es decir ha puesto al servicio de sus intereses los dineros públicos y eso es corrupción.

Utilizar los dineros del estado para entregárselos a una clase política, como sucedió en el proceso electoral para su reelección y luego en el plebiscito, es un abuso propio de estos roedores de la política, que se aprovechan de los recursos  para sus intereses particulares, su administración está caracterizada por impulsar la más grande corrupción en la historia de Colombia, por entregar dineros a parlamentarios para compra de votos, propaganda política ilegal, presiones a la justicia y arreglos con narcoguerrilleros.

Condenar al pueblo colombiano, al hambre, enfermedad, economía informal, carencias de agua y luz eléctrica, desempleo y pésimas vías de comunicación, mientras le regala millonarias sumas de dinero a sus aliados políticos, es una vergüenza nacional, ignorar a las fuerzas militares para favorecer a las Farc es un irrespeto, y perdonarle a estos delincuentes los homicidios, robos, asaltos y toda la clase de delitos cometidos, es un deshonor.

Entregar contratos y recibir dineros de manera ilegal, por empresas que no ejecutaron las obras es corrupción, vender una compañía del estado siendo un activo estratégico con un único proponente y sin subasta es corrupción, censurar periodistas que denuncian escándalos en contratación es podredumbre, entregar el contrato de alimentación para los niños más pobres, a parlamentarios que los han dejado aguantar hambre, es propio de ratones que viven en un ambiente descompuesto.

Según importante empresa de investigación, el 85% de los Colombianos considera muy grave el estado de corrupción en el gobierno, y más grave aun, es la indignación por la manera como el poder judicial, emprende persecuciones políticas contra los opositores al presidente, estas razones impulsan a los ciudadanos a expresar en los corrillos, la necesidad de que los gatos de Sincelejo sean trasladados de la cárcel al palacio de Nariño, o la cantidad de ratones que viven en el Palacio, sean trasladados a la cárcel.

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