Farc: ¿la pobre ‘viejecita’ o pésimos administradores?

Desde 1964, las Farc dieron una guerra sin cuartel contra Colombia. Fueron 53 años de lucha vanos, tristes, por decir lo menos. 

Hoy Colombia ve una guerrilla pobre, sin posesiones, sin nada. Semeja mucho al cuento de Rafael Pombo de la ‘Pobre viejecita’ o, incluso, podría ser la viva representación de  cada una de las líneas de la canción de John Lennon, ‘Imagine’.

Las víctimas de estas más de cinco décadas de ataques, secuestros, extorsiones, asesinatos, narcotráfico, tomas a poblaciones, violaciones a mujeres y niñas, reclutamientos ilegales de menores, en fin, todo ese menú ilegal, dirán hoy que fue una guerra sin dividendos para las Farc, lo que los pondría –si existiera un escalafón de la economía de la ilegalidad- entre los primeros lugares de los peores administradores de recursos obtenidos con el yugo de las armas.

Si la guerrilla más antigua de América Latina, que administró recursos de extorsiones, secuestros y el manejo del narcotráfico posterior al auge de los carteles de la droga y la minería ilegal, dice que solo tiene 963 mil millones de pesos representados en vías (que no son de ellos sino del Estado), bienes inmuebles (muchos privados o baldíos que no se pueden enajenar), armas (que ya –supuestamente- entregaron a la ONU y que no representan recursos para la reparación), medios de transporte (de los que no se conocen las tarjetas de propiedad), bienes confiscados a la mafia (irónico, las Farc lograron lo que no hizo estupefacientes, pero solamente suman 29 millones de pesos… mafiosos muy pobres los que atacaron las Farc), equipos y enseres (aquí aparece el famoso baúl con las joyas más preciadas de la guerrilla: las botas, las cucharas, platos, gafas, traperos, escobas, exprimidores de fruta, etc.), lo que concluyen los más juiciosos analistas es que la lucha de la subversión fue el peor negocio de la segunda mitad del siglo XX y dos décadas del XXI.

Algunos han calificado esto como una ‘cachetada’ de la guerrilla a las víctimas, como lo dijo la senadora Sofía Gaviria; otros, como el analista y exministro Rafael Guarín, que es un mal chiste propio de ‘Sábados Felices’ y, el Gobierno, ahí, con palabras mermeladamente melosas como las que dio el recién estrenado alto Comisionado para la Paz, Rodrigo Rivera, quien aseguró a medios que “vamos a mirar la carta de las Farc, pero tenga la seguridad que las cosas allí escritas que no tienen ningún valor serán desechadas”.

Sin embargo, en rueda de prensa, Pastor Alape dio el siguiente reporte:  

Hectáreas: 241.560, valoradas en $441.503 millones
Medios de transporte: 292, avaluados en $8.317 millones
Vacunos: 20.724 cabezas, valoradas en $31.648 millones
Equino: 597 cabezas, avaluadas en $971 millones
Efectivo: $2.500 millones
Bienes confiscados a la mafia, fundamentalmente fincas: $29.235 millones
Caletas que confiscaron las autoridades: $16.476 millones
Infraestructura vial: 3.753 kilómetros, $196.622 millones
Inversión social: $4.484 millones
Armamento $210.172 millones
Equipos y enseres: $21.300 millones
Dólares: US$ 450.000
Oro: 375 kilos 520 gramos

No obstante a este balance, el superintendente de Notariado y Registro, Juan Mesa, aseguró que las Farc tienen en su poder 450 mil hectáreas de tierras que suman cerca de un billón de pesos, entonces ¿son tan pobres como dicen?

Así, los interrogantes que surgen son ¿dónde están los bienes de las Farc en el exterior, a pesar que el abogado español Enrique Santiago dice que no tienen nada? Esta pregunta podría tener una respuesta a medias y son los bienes ya certificados de esa guerrilla en Costa Rica, donde se constató la existencia de lujosas casas y haciendas que pertenecerían al negociador de las Farc en los diálogos de paz 'Pablo Catatumbo'. 

Estos bienes estarían en manos de testaferros y que en total suman más de 30 millones de dólares.

Pero la cuenta no para ahí. En las investigaciones de las autoridades del país centroamericano y reveladas por La W Radio, se ha encontrado que en Costa Rica ya se encuentran identificados 1.120 bienes, se habían recuperado –a abril de 2016- 517 bienes que suman 70.000 millones de pesos. 

Otro ítem que genera dudas son las denuncias que se han hecho de cuentas en Suiza y ‘paraísos fiscales’, además de los recursos que perciben por la minería ilegal –de la que se dice manejan como si fuera una franquicia-; de los cultivos ilícitos, que terminan apoyando e impulsando en diferentes regiones del país como en Catatumbo, Nariño y Putumayo, especialmente; y las denuncias que hay sobre extorsiones.

Así, como ‘la pobre viejecita’, las Farc hoy no tienen nada, solo aviones privados para el transporte de sus líderes para hacer proselitismo; carros blindados, casas en zonas exclusivas, botas usadas y cucharitas.

Finalmente y para rematar, la pregunta en cuestión es: si las Farc son tan malos administradores y no lograron nada de crecimiento económico en su empresa criminal durante 53 años ¿cómo pretenden manejar un país que está más quebrado que ellos?

 

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