IVÁN DUQUE Y EL LIBRO DE LA SENSATEZ POLÍTICA

Mi abuela me hablaba, por horas y horas, de López Pumarejo, Alberto Lleras, y el Gran Darío Echandía, a la vez que me regalaba los discursos de Jorge Eliécer Gaitán. En ese ambiente reflexivo e intelectualmente estimulante, y rodeado de los 17 mil libros de la biblioteca de mi padre, crecí. Aprendí a construir argumentos buscando entender las perspectivas ajenas y a conciliar posiciones diversas a través de conversaciones informadas, buena música y mucho respeto por las ideas. Aprendí que para ser duro con los argumentos no era necesario agredir a las personas. Que persuadir no es imponer. Que oponer no es destruir, sino buscar alternativas para hacerlo mejor: construir.

"EL FUTURO ESTÁ EN EL CENTRO ? RESPUESTAS CLARAS PAR LA COLOMBIA DE HOY" por Iván Duque, pág. 175

Como gran 'argumento' político en contra de Iván Duque le sacan a relucir los opositores su juventud y supuesta falta de experiencia. Más bien deberían preguntarse: ¿Por qué siendo un hombre de 41 años, que representa al 70% generacional de los colombianos, puede ser nuestro próximo presidente? Ahora bien, la sensatez nos dice que los únicos presidentes que tienen la experiencia presidencial requerida para el cargo son los que ejercen un segundo mandato. Y, ni Santos, con ese requisito ha sido capaz de tener éxito. ¿Por qué entonces los otros candidatos presidenciales y sus seguidores se otorgan un 'diploma' de merecimiento de una experiencia vicaria que no tienen, es decir, referirse a las sensaciones y emociones que se viven a través de las experiencias de otras personas, en este caso un presidente exitoso?

Con ese panorama vivencial, no sé si la tragedia del mundo se deba a que nos hemos dividido entre partidistas de derecha e izquierda y sensatos. La sensatez está asociada con la humildad intelectual, autotrascendencia, consideración de las perspectivas o compromiso con los demás, que nos permite ser prudentes, entender a los otros para servirlos de manera eficiente. Estas características las encontramos en varios personajes históricos: Lincoln, la Madre Teresa de Calcuta, el Papa Francisco. Mohammed Alí, el gran boxeador, decía de sí mismo:

"Soy un hombre ordinario que trabajó duro para desarrollar el talento que me dieron. Creí en mí mismo, y creo en la bondad de los demás… Es la repetición de las afirmaciones lo que conduce a la creencia. Y una vez que esa creencia se convierte en una convicción profunda, las cosas comienzan a pasar… He compartido mi parte de errores en el camino, pero si he logrado cambiar una sola vida para bien, no he vivido en vano… El servicio a los demás es el alquiler que pagas por tu habitación aquí en la tierra. "

Veo esas características en la preocupación de Duque por los temas que aborda en "EL FUTURO ESTÁ EN EL CENTRO ? RESPUESTAS CLARAS PAR LA COLOMBIA DE HOY" publicado en febrero de 2018. Y puntualizando más sobre la sensatez, en columna reciente nos decía el Profesor Moisés Wasserman:

"Tenemos un problema al medir eso que llamamos inteligencia. El IQ es un indicador difundido y ha sido útil para comparar y medir cambios. Pero hay estudios recientes que muestran que si bien da ventajas en el colegio y la universidad, no se relaciona con lo que llamamos éxito. Esos autores plantean que, en oposición a la inteligencia que favorece al razonamiento analítico, existe otro, el razonamiento sensato (wise reasoning), que sí se correlaciona con el éxito. Definen esa sensatez como el pensamiento crítico practicado por "escépticos amigables", pensadores flexibles que, si bien requieren evidencias para apoyar sus creencias, son capaces de reconocer, con pragmatismo, las falacias que interfieren con el logro de sus objetivos." (¿A dónde se va tanta inteligencia? El Tiempo)

Pareciera entonces que el IQ y el razonamiento sensato de Iván Duque le han alcanzado para destacarse en Harvard, Georgetown, American University el BID, además de escribir libros como Indignación y Efecto Naranja, siendo elegido, además, como el mejor senador en 2016 y 2017. Por todo ello, se considera que la sensatez es uno de los mejores valores que puede tener un estadista para su propio desarrollo en bien del país, como ejemplo de su papel de liderazgo en la sociedad. Por el contrario, la locura, la imprudencia y lo absurdo, son lo opuesto a la sensatez. De ahí que la sensatez sea el fundamento de las estructuras coherentes sin las cuales la convivencia, o la actividad política, se hacen difíciles, pues la coherencia es el fundamento del argumento válido.

Cuando un argumento es válido, porque es coherente, genera comprensión y compromiso. Para que las situaciones sean coherentes, deben ser objetivas. Cuando falta objetividad en la argumentación, se hace entonces necesaria la intervención de terceros. Al no haber sido objetivas y coherentes las argumentaciones de las Farc y el gobierno fue necesario recurrir a terceros. Pregúntese entonces: ¿En una contienda política es posible la sensatez? Lo es, si lo que se argumenta involucra ideas, cuya objetividad puede ser probada. No lo es, si de lo que se trata es el acceso o la toma del poder que resulta en polarización, cuya subjetividad es evidente. En esas estamos desde hace 50 años por lo que 'salvar vidas' no es garantía de que desaparezca la polarización si, de una u otra manera, se persiste en la toma del poder por parte del comunismo por diferentes medios y alianzas.

En nuestro actual escenario político, no sé si sean posibles 'acuerdos' entre actitudes y estructuras disímiles de pensamiento político para lo que se requieren aclarar hechos y verdades; por lo que el compromiso de los electores debe ser guiado por la sensatez y no por la fidelidad a un partido o a un ideario. ¿Pero sensatez sobre qué? Esa es la cuestión. Abordaremos en este escrito diferentes situaciones o argumentos políticos en los que, en mi humilde opinión, la sensatez ha estado ausente; o en los que, de pronto, de manera sorprendente se hace presente. Recurramos a un ejemplo del reino 'animal' para ver cómo funciona la sensatez desde sus fundamentos básicos. Por ejemplo:

¿QUE NOS ENSEÑA LA SENSATEZ DEL PERRO? El 11 de marzo de 2018 Iván Duque obtuvo 4.028.879 votos ganando la consulta que lo eligió como candidato presidencial del Centro Democrático mientras que su partido aglutinó 2.497.318 votos. Los 'analistas' de siempre elevaron al rango de incógnita esa diferencia; los cizañeros dijeron que esa diferencia se debía a que votamos contra Petro; es decir, un voto de odio o castigo. Hay una tercera opción: un voto de sensatez. No creo que Petro merezca ser odiado por su mala administración bogotana, sino que es el precio del aprendizaje para no elegirlo presidente de Colombia; por lo que los que no votamos por él sí merecemos que se nos reconozca un poco de sensatez que la sabiduría popular expresa así: "A un perro no lo capan dos veces."

¿Qué nos enseña el perro? Comprende un sistema, el de su cuerpo; por la experiencia del dolor, elabora un plan en el que se analizan las consecuencias de permitir cierta acción en su cuerpo y toma una decisión. A partir de ahí los seres humanos, similares a los animales en el dolor o el sufrimiento, empezamos a entender palabras, hechos. Cuando comprendemos y entendemos, entonces decidimos aguantar, un acto moral de la voluntad; o resistir, una decisión mecánica de fuerza que no siempre tenemos. Hemos aguantado a Santos y sus áulicos; ahora tenemos la fuerza electoral para resistir, ganar y dejar de aguantar. Eso es paz.

Los perros huelen la química de la bondad de sus dueños, es decir, sus buenos sentimientos; sinemabrgo, los humanos confundimos con la bondad genuina, las palabras afables, que son solo palabras. ¿No notamos entonces la diferencia vivencial entre las palabras afables sobre la paz y la carencia de buenos sentimientos e intenciones de muchos de los que las pronuncian?

EJEMPLO. Humberto de la Calle es el abanderado de las palabras afables sobre la paz; pero sus verdaderos sentimientos se evidencian en su publicidad política del 15 de marzo en el Tiempo: LA REVANCHA DEL SÍ que despliega en una página completa. Revancha es un concepto que procede del término francés revanche. Se trata de una venganza, una represalia o un desquite ante una derrota previa. ¿No son acaso los sentimientos del odio de clases la principal causa de rechazo al comunismo?

Ahora bien, decía Ronald Reagan en 1970: "El propósito del estado del bienestar debería ser eliminar, hasta donde sea posible, la necesidad de su propia existencia." Pero habría que concretar ese estado de bienestar. Los colombianos sabemos y sentimos que la 'paz' de Santos no es tal porque se ha reducido a suspender actos bélicos y salvar vidas. ¿Pero qué pasa con los 50 millones de colombianos vivos? Necesitamos 50 millones de ideas para vivir en el país que merecemos. Por lo que aquí van los 50 temas del libro de Duque que podrían hacer posible esa vida en paz. Si cada colombiano aporta una idea, tendremos esos millones de ideas que necesitamos para generar el cambio que anhelamos.

LOS 50 TEMAS DE DUQUE: Legalidad, seguridad, justicia, narcotráfico, plebiscito, corrupción, instituciones independientes, emprendimiento, impuestos, reformas del estado, regulación, TLCs, Pymes, agro, industrias, servicios, pensiones, turismo, gasto público, equidad, informalidad, salud, educación, cultura, deporte, innovación social, salarios, familia, calidad del empleo, personas en situación de discapacidad, víctimas y tierras, tecnología, economía naranja, cuarta revolución industrial, nuevos sectores, sostenibilidad ambiental, energía, agua, parques, páramos, ciudades, fe, aborto, eutanasia, adopción, matrimonio igualitario, amor, los hijos, los padres, los valores.

¿Qué es lo que deseamos ver en los candidatos presidenciales? Que sean guiados por el sentido común y la verdad, sin dejarse llevar del odio, la amargura y la violencia. De esa forma veríamos un modo de actuar sensato acorde con lo que conocemos como convivencia dentro de la civilidad democrática por lo que Iván Duque es el presidente para esa tarea.

 

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar