NUEVO GOBIERNO

Con inmensa alegría los colombianos celebramos la victoria de Iván Duque, nuestro nuevo presidente de la República. Apoyado por millones de simpatizantes, el Centro Democrático ganó unas elecciones muy difíciles, en las que abundaron las mentiras, los insultos y las amenazas de nuestros contendientes.

Decidimos que la nuestra iba a ser una campaña de planteamientos y no de agresiones. Ante cada ataque, respondíamos con una propuesta para satisfacer determinada necesidad de nuestros compatriotas.

El presidente Duque llegará a la Casa de Nariño revestido con una muy importante legitimidad y con un mandato muy claro de la ciudadanía que lo respaldó.

Son muchas las tareas que tendrá que emprender el nuevo gobierno, pues los 8 años de Santos fueron un verdadero fracaso en muchas áreas que resultan fundamentales para el progreso nacional.

Hago especial énfasis en las políticas de niñez, familia y mujeres donde definitivamente falta mucho por hacer.

Los niños colombianos requieren de una asistencia mucho mayor, sobre todo en áreas de prevención. No podemos continuar sin diseñar y poner en marcha una política pública eficaz para evitar que nuestros niños y adolescentes sigan siendo reclutados por estructuras armadas y delincuenciales.

Recibo con mucha emoción el anuncio del presidente Duque en el sentido de que por lo menos la mitad de su gobierno será integrado por mujeres. Me parece que aquella es una decisión en el sentido correcto y marcará un derrotero muy importante durante el cuatrienio que empezará el próximo 7 de agosto.

Colombia tiene, así mismo, que tomar las medidas para enfrentar un flagelo que nos agobia: la violencia de género. Las cifras son alarmantes y es inadmisible que no se hayan creado los mecanismos para prevenir y, sobre todo, para activar alertas tempranas. ¿Cuántas mujeres que son agredidas y violentamente atacadas por su condición, previamente no han elevado advertencias las cuales no son atendidas con la seriedad que merecen por parte de las autoridades competentes?

Una sociedad que no protege a sus niños y a sus mujeres, está condenada a fracasar. En distintas oportunidades, las Naciones Unidas ha sido enfática al señalar que son fallidos aquellos Estados que no protegen efectivamente a su niñez.

La familia, núcleo fundamental de la sociedad, debe ser custodiada como un verdadero tesoro. Iván Duque, que es un hombre defensor de ese principio, hará durante su gobierno lo necesario para proteger y reivindicar los valores fundamentales.

Mucho trabajo tendrá por delante durante estas semanas el comité de empalme designado por el presidente Duque. Al sentarse cara a cara con los funcionarios de Juan Manuel Santos, descubrirán la verdadera dimensión de la tragedia nacional, del desgobierno y del desgreño de este fatídico gobierno que está a pocas semanas de culminar.

Debemos rodear y acompañar al nuevo gobierno, con la misma convicción y entusiasmo que le imprimimos a la campaña política que acaba de pasar.

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