“Duque ayudará a Norte de Santander a salir de la indolencia y el abandono actual”

Así lo aseguró el senador José Obdulio Gaviria, en una entrevista con el diario La Opinión de Cúcuta.

José Obdulio Gaviria es un político de carrera. Oriundo de Antioquia y con resonante figuración durante los ocho años del gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010). Controvertido, alabado por unos y cuestionado por otros, siempre tiene protagonismo en los escenarios públicos.

Es senador de la bancada del Centro Democrático y aunque todavía no se conocen los resultados definitivos de los pasados comicios legislativos, así como la declaratoria de la elección por parte del CNE, todo parece indicar que en los escrutinios logró salvar su credencial para un nuevo periodo, después de haber quedado por fuera de los 19 senadores del uribismo, durante el preconteo.

Gaviria estuvo recientemente en Cúcuta para agradecer el respaldo electoral recibido en la región y La Opinión conversó con él sobre la coyuntura actual y lo que espera del gobierno de Iván Duque.

¿Qué opinión le merece el desenlace que tuvo en el Congreso el proyecto que reglamenta la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)?

La JEP no es fundamental para la paz, es una creación de las Farc. Eso fue una especie de ‘Caballo de Troya’ a la justicia colombiana que le metió un individuo llamado Enrique Santiago, hoy secretario general del Partido Comunista de España, contratado por las Farc, con el acompañamiento de Álvaro Leyva y otras personas. La JEP es una justicia clasista, parcializada contra las Fuerzas Armadas de Colombia y pretendía lo mismo respecto a los empresarios, ante lo cual, por lo menos, el gobierno de Santos cedió.

El presidente electo, Iván Duque, ha dicho que va a unir a los colombianos. ¿Sí existen realmente esas posibilidades?
Sí, claro, porque eso es alrededor del lenguaje democrático liberal: institucionalidad, legalidad, equidad y, obviamente, mucho crecimiento económico. Nunca el pueblo colombiano estuvo tan unido como en 2010, cuando finalizó el gobierno del presidente Uribe.

¿Esa unión preserva la libertad de opinión, aun con críticas al propio Gobierno?

Ustedes son los que más conocen al presidente Uribe. Han vivido la polémica con él. ¿Cuándo ha irrespetado el derecho de un polemista? Yo lo recuerdo en la plaza de Bolívar de Bogotá, discutiendo con una militante del Partido Comunista y el expresidente le respondía de tú a tú sin que le hubiera pasado nada a ella. Todo este sistema de protección a los opositores fue creado por Uribe y es el que ha permitido que las elecciones se hagan sin un solo candidato presidencial muerto, después de que veníamos del casi arrasamiento de los candidatos opositores.

Pero, ¿esa libertad no se vio afectada por las llamadas ‘chuzadas’, en el gobierno de Uribe?

Buena parte del mito de las ‘chuzadas’ lo creó un enemigo de Uribe, el cual conspira permanentemente contra él en las Cortes y con sus compañeros de opinión política, con la pretensión de hacerlo ver como un criminal. Uribe nunca hubiera ordenado una ‘chuzada’ a nadie, porque si alguien es frentero es él. Yo también fui acusado de lo mismo y no lo hago ni con un hijo mío.

Gobierno de Iván Duque

¿Qué le ofrecerá el gobierno de Iván Duque a Norte de Santander, donde obtuvo tan alta votación?

Salir de la indolencia actual. Salir del abandono absoluto del interés público nortesantandereano. Y cuando hablo de eso me refiero, primero, a su economía. ¿Cómo es posible que un Gobierno abandone una región viviendo al lado de un país arruinado? Eso no se puede, porque obviamente hay un contagio de la crisis venezolana a toda la región limítrofe. En segundo lugar, abandonar como se abandonó todo el tema de la seguridad, en particular la siembra de coca que es un elemento alrededor del cual se crean todas las condiciones de criminalidad. Eso termina cuando comience el gobierno del presidente Duque.

¿Y cómo cambiará ese preocupante panorama?

Habrá un consejo de seguridad en Tibú el primer día y la comprensión de una zona franca inmediata para la frontera. Hará inversiones con el propósito de redinamizar la economía. Observación de cada uno de los temas y propuestas de los agentes emprendedores, de los sindicatos, de la comunidad, de los sectores sociales y populares de la región.

De todas maneras, se considera que en los ocho años de gobierno de Álvaro Uribe quedó pendiente una deuda con Norte de Santander, porque muchas de sus promesas no se cumplieron. ¿Se va a pagar esa deuda?

Sí, claro. La deuda principal es la que tiene el Foro de Sao Paulo con el mundo y en particular con América Latina. A nosotros nos tocó rodeados por siete gobiernos del Foro de Sao Paulo, comenzando por el de Hugo Chávez, que cerraba la frontera cuando se le daba la gana. En ese escenario, la izquierda, la academia y los medios de comunicación salían a decir que nosotros éramos los responsables. Pero si alguien estuvo concentrado en obras públicas, en ingeniería, en el desarrollo de la vida pública nortesantandereana fue el presidente Uribe. Ensayaba una solución, buscaba otra. Venía, hablaba con la gente. Hoy es la indolencia, lo que está ocurriendo con el gobierno de Santos.

El otro tema que inquieta a esta región, por ser una de las zonas de influencia de la guerrilla, es el futuro de los diálogos con el Eln. ¿Qué posibilidades tendrá este proceso de paz con Duque?

Se les ha dicho que se concentren y que dejen de cometer crímenes como el secuestro y dicen que no porque es asunto para posterior conversación. No es ético, ni corresponde a la democracia liberal que un presidente mantenga conversaciones con una organización que se mantiene en semejante posición.

¿Cómo cree que van a ser las relaciones entre el electo presidente y el gobierno de Nicolás Maduro?

Duque, como senador de la república, denunció al señor Maduro como actor de destrucción de un sistema democrático. Además de ser un crimen, es la violación como Gobierno de la Carta democrática. Como presidente irá ante la Corte de La Haya a insistir en su denuncia y esto ya tiene un efecto distinto, que es la investigación que debe seguir.

La corrupción es un asunto candente hoy en el país. ¿Hasta dónde cree que se pueda llegar en la lucha contra ese flagelo?

El señor Santos estableció un sistema de corrupción que es la venta de decisiones políticas. No es sino leer los expedientes de Mussa Besaile y Bernardo “Ñoño” Elías. Ellos están cantando, diciendo todo lo que ocurrió.

¿Cómo se le ocurre hacer esa afirmación? ¿Qué hacemos con un criminal que habla por las redes? ¿Lo mandamos a recapturar? Nosotros no podemos hacer nada distinto a decir que es un criminal, como decimos que el señor Suárez está condenado por ser criminal.

A propósito, ¿qué piensa de la participación que tiene Suárez en la política local?

El señor Suárez es un criminal condenado que no tiene por qué estar actuando en la política de este departamento. Eso es absolutamente absurdo. ¿Cómo es que desde la cárcel, como quedó constancia, se dan órdenes de participación política? Me parece que es una falta de seriedad del sistema carcelario colombiano y a eso hay que ponerle coto. Lo ha dicho Duque.

¿Cómo ve los cuadros dirigentes del Centro Democrático en Norte de Santander para asumir las responsabilidades que les compete con la región?

Muy calificados. Nosotros hemos logrado crear desde el Centro de Pensamiento Primero Colombia un núcleo con mucha eficiencia. El gerente de la campaña de Duque, Luis Alfredo Quintero, tuvo un excelente desempeño. El exgobernador Juan Alcides Santaella fue también un gran jefe de campaña. El concejal Juan Carlos Capacho, toda la dirigencia, el voluntariado, consolidaron una organización ejemplar, con capacidad para transmitir un mensaje político hasta el punto de que Norte de Santander votó porcentualmente con una mayoría aplastante, en relación con los otros departamentos.

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