Comunidades indígenas del territorio alertan sobre el riesgo de la población civil, que ha quedado en medio del fuego cruzado. La Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Colombia ya ha llamado la atención de las autoridades sobre la situación en el municipio.

No cesan los combates entre grupos armados en el municipio de Corinto, norte del Cauca, que se han intensificado desde el fin de semana. Tras conocerse el pasado lunes que dos presuntos disidentes de las Farc fueron torturados y asesinados, este miércoles, 30 de enero, las comunidades denunciaron nuevos enfrentamientos que han dejado a la población civil en medio del fuego cruzado.

Desde la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) enviaron una alerta pues la comunidad del resguardo nasa de Corinto está sometida a los combates que sostienen disidentes de las Farc con el Epl.

“Alerta máxima por enfrentamientos entre disidencias de Farc y Epl al interior del resguardo indígena Nasa de Corinto. Las comunidades pedimos auxilio y visibilización por la guerra que estamos padeciendo en este momento”, escribió la organización desde su cuenta de Twitter.

El llamado también lo ha elevado el senador indígena Feliciano Valencia quien ha compartido además videos en los que se evidencia la situación que atraviesa la zona rural de Corinto, particularmente las veredas El Crucero, La Laguna y San Pedro.

Según ha expresado el líder indígena, este miércoles los profesores de varias escuelas de la zona tuvieron que llamar a los padres de familia para que se llevaran a sus hijos ante la intensificación de los combates armados.

De acuerdo con Valencia, la situación en la región se agravó desde hace dos meses cuando los grupos armados empezaron a entrar en confrontación directa, al parecer, por el control del narcotráfico.

La situación de orden público en el norte del Cauca está incluso en la mira de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Colombia, desde donde en días pasados hicieron un llamado a las autoridades para garantizar la seguridad de la población civil, ante el recrudecimiento de la violencia.

“De acuerdo con nuestro trabajo en terreno, por el actuar de una serie de actores armados en la zona norte del Cauca, las comunidades son víctimas de homicidios selectivos, atentados, amenazas, desapariciones y desplazamientos, entre otras violaciones”, expresó la entidad.