Asegura que no solo deben hablar de paz sino mostrar acciones concretas. Destaca los avances con las Farc. Confía en las palabras de Iván Márquez, quien dice que continúa comprometido con el proceso. Acuerdos.

La paz toma tiempo. Eso lo sabe bien Eamon Gilmore, quien en los últimos 20 años ha visto cómo su país, Irlanda del Norte, ha avanzado en la implementación del acuerdo con el Ejército Republicano Irlandés (IRA), que sembró el terror en los años ochenta y noventa.

Esta semana, el enviado de la Unión Europea para el proceso de paz en Colombia, visitó el país y en especial el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de Colinas (Guaviare), de los más grandes.

Aunque admite que algunos excombatientes le expresaron sus frustraciones por el paso al que avanza el proceso, asegura que quedó impresionado de ver la evolución de los proyectos productivos, pero en especial el hecho de que ya no les ocupa la idea de retomar las armas sino de construir un mejor futuro para sus familias.

Las comparaciones que hace con su propio país le hacen ser optimista, aunque señala que si la situación en Venezuela no se resuelve de manera pacífica, puede representar un riesgo para Colombia.

La visita

– ¿Qué balance puede hacer de la visita que hizo al espacio de reincorporación de Colinas (Guaviare)?

Es uno de los más grandes y llovía torrencialmente, así que probablemente lo vi en su estado más desafiante. Quedé impresionado con los proyectos productivos que se desarrollan. Hay un proyecto de cacao muy significativo, que se lleva a cabo con apoyo del sector privado, lo que es muy bienvenido. Hay varios programas agrícolas y de turismo que me impresionaron y hay otros que se están haciendo realidad, y existe un deseo muy fuerte, expresado por los antiguos combatientes, de sacar adelante estos planes productivos. Algunos expresaron cierta frustración por la forma en que se están dando las cosas y nos pidieron ayuda para impulsarlas. Pero hay evidencias de que ha habido avances y que ahora estamos hablando con antiguos combatientes que quieren construir un futuro económico para ellos y sus familias.

¿Siente que la sociedad colombiana en general está apoyando el acuerdo?

Una de las cosas que aprendí del acuerdo de paz en Irlanda del Norte fue que entre más exitoso sea el acuerdo de paz, menos se habla de él. Creo que eso pasa en Colombia. A medida que nos alejamos de la fecha de firma del acuerdo y de su implementación, menos se habla del acuerdo en sí, pero se está trabajando. Creo que hay un par de cosas que es importante entender: primero, el trabajo de mantener y construir la paz nunca para. Lo segundo es apropiarse del proceso como sociedad. No es un proceso que pertenezca a ningún gobierno o a una opción política. Es orgánico.

Lo bueno y lo malo

¿Qué aspectos de la implementación del proceso ve más positivos, más avanzados y cuáles le preocupan?

Lo más exitoso es sin duda la entrega de las armas. De nuevo, el contraste lo hago con Irlanda del Norte. Aquí pasaron siete meses después del comienzo del acuerdo para que eso ocurriera; en Irlanda del Norte fueron siete años. Había mucha mayor preocupación sobre el lento avance del proceso en las primeras etapas del acuerdo. Entre las cosas que me preocupan es que sigan los asesinatos y la intimidación a líderes sociales, defensores de derechos humanos y miembros de comunidades locales. Celebro la creación del comité de garantías, establecido recientemente. Quisiera ver mayor celeridad en la reincorporación y más sentido de pertenencia del acuerdo de parte de la sociedad colombiana.

¿Lo que está ocurriendo en Venezuela es un riesgo para la implementación del acuerdo?

Creo que es muy importante que la situación en Venezuela se resuelva rápidamente y de manera pacífica. La Unión Europea está muy interesada en la situación y buscamos una solución política al problema. Que siga la situación actual implica riesgos para Venezuela y para toda la región, particularmente para Colombia que comparte una larga frontera.

Diálogos con el Eln

¿Ve usted viable que se pueda retomar el diálogo con el ELN?

Creo que esa es una pregunta que tiene que responder el Eln. La acción de dirigir un carro bomba contra una academia de policía es un espantoso acto de terrorismo que no es aceptable en ningún país. Las acciones continuas de secuestrar personas, no liberar a las que tiene en su poder y ni siquiera informar a las familias qué es lo que ocurre con ellas, no es aceptable. Tienen que entender que no hay ningún apoyo internacional para lo que hacen. Hay apoyo internacional y hay apoyo de la Unión Europea para que haya una negociación, pero el Eln tiene que entender que no puede solo hablar de paz sino realizar acciones que muestren que es serio ese empeño. Desafortunadamente, lo que hemos visto, no solo por el atentado, sino en el último año, es todo lo contrario.

Reuniones con las Farc

El negociador destacó el compromiso de los líderes de las Farc, como partido político para seguir el camino de la paz y perseguir sus objetivos a través de medios políticos. "Esa es la esencia del acuerdo de paz: que ese movimiento haya decidido buscar sus objetivos políticamente sin recurrir a la violencia. Creo que eso está claro desde hace tiempo".

"En lo que atañe a la Unión Europea y a la comunidad internacional en general, no hay apoyo de ningún tipo para las actividades violentas y tienen que parar".