Putumayo, donde las ex-FARC mafia ahora disputan la guerra por el narcotráfico

La disidencia del Frente Primero de las antiguas FARC se cierne sobre el departamento de Putumayo, un antiguo fortín de esta guerrilla clave para su consolidación como el actor criminal más importante al sur de Colombia.

Desde que esta disidencia del Frente Primero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (ex-FARC mafia) se alejó de las conversaciones de paz en 2016, y aclaró su intención de continuar con la lucha armada, sus líderes Miguel Botache Santillana, alias “Gentil Duarte”, Géner García Molina, alias “Jon 40” y Miguel Botache Santilla, alias “Iván Mordisco”, empezaron con el plan de expandirse a las zonas más importantes militar y económicamente para las FARC.

Debido a esto, departamentos como Guaviare, Meta y Caquetá se convirtieron en zonas clave desde donde el Frente 1 se ha fortalecido, especialmente gracias a las rutas del narcotráfico que hay en las fronteras que Guainía tiene con Venezuela y Vaupés con Brasil.

De hecho, fue desde Caquetá que comenzó la expansión del Frente 1 a Putumayo en 2018, encabezado por Edgar Mesías Salgado, alias “Rodrigo Cadete”, antiguo líder de la disidencia dado de baja en febrero de 2019 y aliado de Gentil Duarte.

La intención de Cadete y Duarte por controlar Putumayo se basa en su importancia dentro del narcotráfico internacional: su clima cálido y húmedo, así como sus inexpugnables selvas, le han permitido albergar casi 30 mil hectáreas de coca para 2017, múltiples zonas para la producción de cocaína y rutas para mover la droga hasta Ecuador o Perú.

Análisis de InSight Crime

Putumayo es, sin lugar a duda, una de las joyas de la corona narcotraficante en el sur de Colombia, solo superado por su vecino, el departamento de Nariño.

Debido a esto, el departamento tuvo múltiples frentes guerrilleros concentrados en manejar las miles de hectáreas de coca que pululan en sus municipios, así como los ríos San Miguel y Putumayo, autopistas para el narcotráfico que conectan al sur del Putumayo con Ecuador, Perú y la Amazonía.

Fue con este botín en mente que la disidencia del Frente Primero comenzó su expansión: Rodrigo Cadete y sus hombres atravesaron el río Caquetá, frontera natural entre el departamento del mismo nombre, y Putumayo, en los primeros meses del 2018, hasta llegar a Puerto Guzmán.

Desde allí, una fuente en terreno explica a InSight Crime que la disidencia empezó a controlar cada aspecto de la vida en zona rural, a la vez que seguían internándose en el departamento. Esto ha generado que Puerto Guzmán sea haya vuelto impredecible, debido a que el grupo no tiene “una ideología como las FARC” ni “respetan el derecho internacional humanitario”.

En medio de ello, esta disidencia se ha aprovechado de exmiembros de otros frentes como el 32 para fortalecerse rápidamente, de acuerdo con fuentes en terreno.

Este es el caso en Puerto Limón, una zona al sur de Mocoa que es frontera entre Puerto Guzmán y Villagarzon, donde el Frente Primero se ha expandido con ayuda de los antiguos miembros del frente 32 que continuaron delinquiendo, a quienes la ex-FARC mafia ha absorbido.

Pero el Frente 1 no se conformó simplemente con la presencia en estos municipios, sino que continuó bajando hasta Puerto Asís, la zona más estratégica para el narcotráfico en todo del departamento.

Allí, sin embargo, se encontró con otro grupo ex-FARC mafia: el Frente 48, el cual, liderado por Pedro Oberman Goyes Cortés, alias Sinaloa, no accedió a caer bajo el paraguas criminal de Cadete y Duarte.

Debido a esto el Frente 1 y el Frente 48 se enzarzaron en una guerra en 2018 que, según una fuente en terreno, dejó un número sin identificar de combates y de muertos en zona rural de Puerto Asís.

Sin embargo, con el comienzo de 2019 y la muerte tanto de Cadete como de Sinaloa, no es claro si los enfrentamos han continuado.

Algunos explican que los herederos de Sinaloa sí han seguido la disputa con el Frente 1 en Puerto Asís, mientras que otros aseguran que hay conversaciones entre ambos grupos para llegar a algún tipo de acuerdo.

De una u otra forma, es claro que el Frente 1 está decidido a controlar secciones de Putumayo, porque entiende la importancia histórica que siempre ha tenido para la antigua guerrilla este corredor del narcotráfico.

Así, ya sea a través de alianzas con los otros grupos criminales o derrotándolos en combate, si el Frente Primero logra controlar el departamento se haría con la mayoría de la frontera sur de Colombia, consolidaría su presencia desde Vaupés hasta Putumayo, controlaría parte de las rutas del narcotráfico internacional y se convertiría en el grupo criminal más importante del sur del país.

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